padre Serafín Rose
La creación de Adán de Miguel Angel; hay quien ha querido ver en la imagen del Dios padre junto con sus ángeles, la figura del cerebro humano, como si el autor nos quisiera decir que el don divino no proviene de Dios sino del hombre; el presupuesto fundamental del Antropocentrismo que inició el Renacimiento.
La vida del
santo que acabamos de escuchar San Pablo de Obnora. Nos da una visión de una
civilización que es exactamente lo opuesto a la civilización que estamos
estudiando ahora. La civilización occidental desde el cisma. Desde la Edad Media.
En las civilizaciones ortodoxas tradicionales como la de Rusia, se repiten
eventos muy similares, es decir hay invasiones bárbaras, los monasterios pueden
ser devastados, la vida monástica en un momento florece, en otro se relaja, y
luego vuelve a florecer. Surgen santos el diablo ataca constantemente. Hay
invasiones desde fuera, y todo esto sucede sin perturbar la armonía y el
equilibrio básicos de la civilización. Lo mismo ocurre en Bizancio, lo mismo
ocurre en Occidente antes del período del Cisma.
No hay nada
que podamos llamar “nuevo”, porque una vez que el cristianismo ha sido
proclamado, una vez que Cristo vino y estableció su Iglesia, no hay nada más
que pueda ser nuevo. Esta es la preparación para el fin del mundo, y las
personas que están penetradas por los principios de la tradición ortodoxa no
esperan nada nuevo en este mundo.
En
Occidente, por otro lado comenzando ya como vimos en la última conferencia, con
la Alta Edad Media, con la escolástica Francisco de Asís. Joaquín de Fiore, el
elemento del romance entrando en la religión, las nuevas ideas políticas; ya
existe la idea de que hay algo nuevo que está sucediendo. El cristianismo está
siendo mejorado. Hay una búsqueda de algún tipo de nuevo cristianismo, aunque
aún no usen esa palabra, y este énfasis se incrementa en el periodo que
estudiamos ahora. El Renacimiento el periodo después de la Edad Media.
Aproximadamente de 1300 a 1600, encontraremos en este periodo que lo que
comenzó en la Edad Media ya se está convirtiendo en una epidemia. Y hay cosas
que suceden que son totalmente nuevas en la historia de la humanidad. O, si
existieron antes, ahora alcanzan algún tipo de nivel completamente nuevo.
El
propósito de estas conferencias para repetir por qué deberíamos estar
estudiando el desarrollo de la mentalidad moderna es para que podamos entender
por qué el mundo es como es hoy, que ha contribuido a formar nuestras propias
mentes, para que podamos ser ortodoxos al levantarnos contra todas las ideas
falsas, toda formación falsa en nuestras mentes, y ver cuál es la verdadera
mentalidad ortodoxa y la verdadera enseñanza ortodoxa.
Desafortunadamente,
el final de este periodo moderno que comienza con el cisma ha producido una
generación de personas que son bastante inconscientes del pasado. Y por lo
tanto una persona que no sabe cuál es su pasado, muy fácilmente se convierte en
víctima de su entorno que se basa en una filosofía anticristiana. Se convierte
en esto por todo lo que está en la vida a su alrededor, y estamos tratando de
entender esas cosas que están en la vida a nuestro alrededor desde un punto de
vista filosófico más profundo. Para que incluso la música en el supermercado se
convierta en algo filosófico, tiene detrás de ella una idea que se supone que
nos da un cierto sentimiento que nos aleja de Cristo.
Y así el
propósito de este estudio es la autodefensa ortodoxa. Todo este curso es un
examen de la historia moderna desde el punto de vista de la ortodoxia. Lo cual
es una forma bastante novedosa de hacerlo, porque todos los libros de historia
están escritos desde otros puntos de vista. Ya sea que comiencen con la idea de
que hay una edad oscura y luego edades modernas “ilustradas”. Y todo se critica
desde el punto de vista del mundo moderno, ilustrado y científico. O bien hay
otra escuela que dice que el cristianismo, el cristianismo católico es el
estándar. Y el siglo trece es la cúspide, y todo lo demás es una caída de eso.
Y hay otros puntos de vista.
Pero
nuestro punto de vista es la Ortodoxia, y del punto de vista de la Ortodoxia,
se debe decir que el período del Renacimiento es en realidad mucho menos
significativo que el período de la Edad Media. Durante el período del
Renacimiento vemos los cambios y diferencias más espectaculares con respecto al
cristianismo antiguo. Pero el período real cuando ocurrieron. Los grandes
cambios, que luego llevarían al Renacimiento y más allá, ocurrió, como vimos en
la última conferencia, en el periodo justo después del Cisma.
Después de
esto, todo lo demás se convierte en una deducción lógica de ese primer cambio.
Porque una vez que la ortodoxia ha sido dejada atrás, no hay nada más que el
desarrollo de los nuevos principios que entraron. Y todos los principios que
comenzaron en la Edad Media se desarrollarán hasta el día de hoy. De modo que en
realidad hoy las fuerzas que están dando forma a la historia son las mismas que
en el siglo XIII. Sólo que ahora han alcanzado una forma más avanzada.
El período
después de la Edad Media se llama el período del Renacimiento, el Renacimiento
es decir, el Renacimiento de la Antigüedad. Es la era del llamado humanismo. Y
ya está muy claro cuál es la base de esta nueva época. Vimos que el periodo de
la Edad Media estaba dominado por la escolástica, es decir, la razón que se
vuelve autónoma, la razón que se coloca por encima de la fe. Y esta razón como
Kireyevsky vio muy bien en el siglo XIX cuando criticaba a Occidente desde el
punto de vista ortodoxo. Muy rápidamente se volvió contra el cristianismo.
Primero se suponía que era la sirvienta de la fe y servía al cristianismo, y
probaba todos los dogmas de la fe y probaba muchas otras cosas también basadas
en la autoridad. La autoridad tanto de las Escrituras de algunos padres
tempranos, principalmente Agustín y Aristóteles. Ya que se creía que
Aristóteles tenía la verdadera visión de la naturaleza.
Pero en la
era del Renacimiento esta razón se volvió en contra de la religión. Porque si es autónoma, es capaz de
desarrollar sus propios principios. No hay razón por la cual deba estar atada
al contenido religioso. Y también vimos en la Edad Media que los grandes
movimientos Francisco y Joaquín estaban muy orientados monásticamente,
ascéticamente. Pero en el Renacimiento hubo una reacción completa contra eso, y
nuevamente este simple hecho del contexto en el que surgieron las nuevas ideas
cambió. Y por lo tanto, ya no estaban interesados en el monaquismo, ni en que
la razón sirviera a la teología. Y así encontramos en este período que la idea
del monaquismo y el ascetismo es tratada de manera extremadamente negativa. Porque
el interés en el mundo ahora ha sido despertado.
Y así fue
natural que en este período el hombre occidental se apartara de la Iglesia
hacia la Grecia y Roma paganas, cuyos monumentos estaban por todo Occidente y
especialmente en Italia. Y un escritor incluso ha dicho que en este periodo,
Grecia y Roma paganas tuvieron su venganza sobre el cristianismo. Porque esa
civilización pagana antigua había sido derrocada por el cristianismo. La
antigua civilización pagana que colocaba al hombre primero, fue primero
derrocada por el cristianismo. Y ahora cuando la razón se volvió contra el
cristianismo, este paganismo antiguo tuvo su venganza sobre el cristianismo,
uniéndose con la razón. Y a su vez este paganismo dio un gran impulso, un gran
empuje a un ideal de total mundanidad.
Así que el
ideal del renacimiento es el ideal del hombre natural y también de una religión
natural, que es comprensible para la razón sin ninguna revelación especial. Uno
de los grandes humanistas en el Norte Erasmo, encontró en Grecia lo que llamó
la filosofía de Cristo, es decir en la antigua Grecia pagana. Cuando leo
ciertos pasajes de estos grandes hombres escribió sobre los griegos, apenas
puedo evitar decir «San Sócrates ruega por mí»[1].
Por supuesto, probablemente no rezaba a los santos, y no rezaba a Sócrates. Lo
que quiere decir es, estas personas paganas están tomando el lugar de los
santos.
Así que es
en esta época que se descubrió al hombre.
Y hay un tremendo interés en uno mismo,
el individuo. Hay un muy buen libro sobre el tema del Renacimiento en Italia
por Jacob Burckhardt, un erudito del siglo XIX. Por cierto, hay bastantes
eruditos buenos en el siglo XIX y principios del siglo XX que desarrollaron,
que estudiaron bastante a fondo sus temas, lo cual rara vez sucede hoy en día,
y ellos incluso cuando su punto de vista es generalmente en buena medida
agnóstico o incluso ateo, porque investigan tan a fondo su tema, se puede ver
bastante claramente lo que está sucediendo, y trata muchas de las ideas que
prevalecían en este periodo en Italia. Que es el primer lugar del Renacimiento,
que luego se extendió al Norte.
Fama
Y cita por
ejemplo tiene un capítulo sobre la idea moderna de la fama, que ahora surgió
por primera vez, es decir, desde la Antigüedad. Nota en primer lugar que
incluso Dante, que tiene algo en común con la Edad Media. Es el primero que
puede ser llamado alguien que busca la fama. Dice, «se esforzó por la corona
del poeta con todo el poder de su alma, como publicista y hombre de letras,
enfatizó el hecho de que lo que hizo era nuevo, y que deseaba no sólo ser, sino
ser estimado como el primero en su propio ámbito»[2].
Más tarde hubo otro mayor, un «contemporáneo de Dante, Albertinus Musatus o
Musatus, que fue coronado poeta en Padua por el obispo y rector. Disfrutó de
una fama que poco menos que se acercaba a la deificación. Cada día de Navidad,
los doctores y estudiantes de ambos colegios en la universidad venían en una
procesión solemne ante su casa con trompetas y al parecer con velas encendidas
para saludarlo y traerle regalos, su reputación duró hasta que en 1318 cayó en
desgracia…»[3]
«Del nuevo
incienso, que antes sólo se dedicaba a los santos y los héroes, también
disfrutó Petrarca, quien a su edad tardía llegaría a autoconvencerse de lo muy
molesta que le resultaba la fama.»[4]
Es obvio que esto es el tipo más bajo de mundanidad; El deseo de ser recordado,
adorado ahora y recordado por la posteridad…
«Junto a
semejantes medidas para garantizar externamente la gloria, se descorre aquí y
allá la cortina, y descubrimos entonces, en su pavoneo y verdadera expresión,
la ambición más colosal y la más increíble sed de grandeza, prescindiendo del
objeto y del éxito mismos. Así, Maquiavelo, en el prólogo a sus Historias florentinas, censura a sus
predecesores (Lionardo Aretino, Poggio) por el silencio, demasiado discreto que
guardaron en cuanto refería a los partidos de la ciudad. “Se equivocaron en muy
gran medida, demostrando con ello que lucían poco la humana ambición y su
avidez de perpetuar la fama de su nombre. ¡Cuántos que no pudieron destacarse
por nada loable intentaron hacerlo por la ignominia! ¡No consideraron aquellos
escritores que la acción que tiene grandeza -como ocurre en los actos de los
monarcas y de las naciones. Parece traer más gloria que culpa, cualesquiera que
sean su índole y su desenlace”. En ocasión de más de una empresa sorprendente y
terrible, se nos da como motivo, en ecuánimes historiadores, el deseo ardiente
de consumar algo grande y memorable. Se revela aquí, no una mera degeneración
de la vanidad común, sino algo realmente demoníaco, es decir: una falta de
libertad en la decisión, unida al apelar a recursos extremos, sin que importe
el éxito mismo como tal.»[5]
Este es un
agnóstico escribiendo, a lo que se refiere con demoníaco es a algo que los
motivos humanos no contemplan.
«Algo
demoníaco que implica una rendición de la voluntad, el uso de cualquier medio
por atroz que sea, e incluso una indiferencia al éxito mismo. En este sentido,
por ejemplo, Maquiavelo concibió el carácter de Stefano Porcaro. De los
asesinos de Galeazzo María Esforza y el asesinato del duque Alessandro de
Florencia, se atribuye por el propio Barchi a la sed de fama que atormentaba al
asesino Lorenzino de Medici. »
Por
supuesto conocemos algo de la historia de los principados italianos de este
periodo con los infames de Medicis que incluso tenían papas entre ellos que se
envenenaban entre sí y mataban a otras familias. Y estas tremendas rivalidades
en curso. Incluso hubo un tal Lorenzino que «meditaba sobre un hecho cuya
novedad hará que su desgracia sea olvidada. Y estaba en algún tipo de
desgracia, y él termina asesinando a su pariente y príncipe. Estas son características
de esta época de pasiones y fuerzas exageradas y desesperadas.»
Y por
supuesto, vemos en nuestros propios tiempos personas que están asesinando
presidentes. Son fracasados en la vida. Quieren de alguna manera hacerse
conocidos. Incluso si tienen que ir a prisión, o ser asesinados por ello, la
idea de que de alguna manera serán inmortalizados, incluso por algún tipo de
hecho infame recordados. Porque ya no creen en la inmortalidad del alma.
Pero esta
actitud de exaltarse a uno mismo que aparece también en la vida de Benvenuto
Segini, quien es un aventurero corriendo por todos lados haciendo todo para
hacerse famoso, proviene directamente de la Edad Media. Proviene de lo que
vimos ayer en la última conferencia, la preocupación de Francisco de Asís
consigo mismo, con su autosatisfacción. Con algún tipo de demostración
dramática de cuán santo es, una vez que el espíritu de los tiempos cambió, este
mismo motivo se torció en un auto-engrandecimiento mundano, extremadamente
grosero.
Y esto está
extremadamente lejos de la Ortodoxia, donde incluso los pintores de iconos
usualmente ni siquiera firman sus nombres. Y no es sólo una cuestión de
anonimato completo. Porque a veces encontramos los himnos en los libros de la
Iglesia, por ejemplo, dicen «Esto está escrito por un tal Germano el monje o
algo así», pero no hay deseo de establecerse como un gran poeta, un gran
escritor, un gran pintor de iconos que pone su «nombre» para que su nombre
asombre a sus contemporáneos. Uno entra en la tradición y continúa la tradición
que ha estado antes, y ahora hay el deseo de que cada artista haga un nombre
para sí mismo. Y en el siglo XX se vuelve ridículo. Como vemos la mayoría de
estos artistas no tienen talento. Piensan que si salpican pintura en el lienzo
tan violentamente como sea posible, harán un nombre para sí mismos. Esto es
algo muy profundo, porque también involucra una capa profunda de filosofía e
incluso teología. En la visión del mundo ortodoxa tradicional uno comienza con
la revelación, con la tradición, con lo que ha sido transmitido por los padres.
En última instancia con Dios, y si le preguntas a alguien cómo sabe algo, lo sé
porque así es como Dios lo hizo, así es como los santos padres lo han
transmitido, así es como dicen las sagradas Escrituras y esa es la autoridad.
En la nueva era hay un deseo de hacer algo más, algún tipo de nueva idea de
certeza, y así un poco después de este periodo viene el filósofo Descartes,
quien es el primer filósofo moderno, y basa toda su filosofía en una cosa.
«Pienso luego existo», y todo lo demás que sabemos con certeza se basa en esta
primera intuición, que dice «es lo único que podemos saber con certeza». Porque
los sentidos pueden estar equivocados, podemos tener revelaciones falsas, pero
uno sabe con certeza que yo existo. Esto muestra cómo esta preocupación por el
yo se convierte ya en un primer principio teológico, y más tarde alcanza un
desarrollo extremadamente fantástico.
Superstición
Es raro que
se note, porque cuando pensamos en el Renacimiento, los libros suelen decir que
esta es la era, el comienzo de la iluminación moderna, cuando las
supersticiones de la Edad Media y la Edad Oscura, comienzan a ser dejadas de
lado. Y así rara vez se nota lo que es muy significativo sobre este período,
que está acompañado por un aumento de la superstición. Esta es la gran era de
la astrología, de la cual Nostradamus es el más famoso, de la alquimia,
Paracelso y otros, y de la brujería y la hechicería.
Burckhardt
tiene una cita sobre este tema también. Burckhardt señala en este capítulo
llamado «Influencia de la antigua superstición»[6].
Él dice de otra manera:
«La
Antigüedad ejerció una influencia peligrosa, impartió al Renacimiento sus
propias formas de superstición. Algunos fragmentos de esto habían sobrevivido
en Italia durante toda la Edad Media. Y la resucitación de todo esto fue así
mucho más fácil, pero fue en este período del Renacimiento que realmente salió
a la luz.» [7]
«Al
comienzo del siglo XIII, esta superstición de la astrología, que había
florecido en la Antigüedad, apareció de repente en primer plano de la vida
italiana»
Siglo XIII
es decir, este mismo período de la Alta Edad Media. «El emperador Federico II
llevaba siempre consigo a su astrólogo Teodoro, y Ezzelino da Romano a todo un
séquito de estos personajes, espléndidamente pagados, entre ellos el famoso
Guido Bonatto y el barbudo sarraceno Pablo de Bagdad. Para todas las empresas
de importancia se hacía fijar por ellos el día y la hora, y de la enormidad de
atrocidades por él cometidas habría que cargar muchas a cuenta de la deducción
lógica de los vaticinios de sus astrólogos. A partir de entonces, nadie en
Italia se avergonzó ya de consultar las estrellas.»[8]
Y debe
notarse que en la Ortodoxia los padres están muy en contra de esto «A partir de
entonces, nadie en Italia se avergonzó ya de consultar las estrellas. No sólo
lo hacían los príncipes: los municipios tenían astrólogos a sueldo fijo, y en
las universidades de los siglos XIV al XVI profesaban cien maestros especiales
esta vana ciencia, al lado de verdaderos astrónomos.» Era bien sabido que
Agustín y otros padres de la Iglesia habían combatido la astrología, pero sus
nociones anticuadas eran desestimadas con fácil desprecio.» Es decir, ya no hay
una autoridad en estos padres porque están buscando algún tipo de nueva
religión.
«Los papas,
en su mayoría, admitían tales prácticas abiertamente. Pío II constituyó una
hermosa excepción, ciertamente, lo mismo en esto que en su desdén hacia todo lo
que fuese interpretación de sueños, encantamientos y prodigios; pero el propio
León X consideraba una gloria de su pontificado el que en él hubiese florecido
la astrología. Pablo III no convocó ningún consistorio sin que los escrutadores
de las estrellas hubiesen señalado antes la hora.»[9]
«Por de
pronto, a todos los vástagos de familias distinguidas se les hacía el
horóscopo, dando esto lugar en ocasiones a que algunos se pasaran media vida
bajo la coacción de vaticinios que no se cumplían. Para todas las decisiones
importantes de los poderosos se consultaban, además, las estrellas, siendo del
mayor interés la hora a la que se debía empezar. De esta consulta dependían los
viajes de los príncipes, las recepciones de embajadores y la colocación de la
primera piedra de las grandes obras arquitectónicas dependían de la respuesta
de los astrólogos»[10]
Uno podría
preguntarse por qué estas supersticiones o pseudociencias comienzan a aumentar
en este momento. La respuesta es porque cuando prevalece la tradición ortodoxa,
hay un conocimiento del bien y del mal, hay un conocimiento de las fuerzas del
mal, cómo operan, un estándar para medirlas. Y cuando este estándar es
abandonado, cuando comienzas a tener la idea de que hay algún nuevo estándar
entrando, entonces hay espacio para que la ignorancia y la superstición prosperen.
Notaremos más adelante sobre la cuestión de la superstición en nuestros propios
tiempos, que no es tan simple como la gente piensa. La conexión, por ejemplo,
entre el socialismo y el espiritismo, que es muy interesante.
Reforma protestante
El segundo
gran movimiento en este periodo del Renacimiento, como suele ser interpretado
por los historiadores. Es la Reforma protestante. Esto es sólo externamente
diferente del humanismo. Básicamente es parte del mismo movimiento. Es
igualmente un movimiento de la razón que se vuelve contra la escolástica, y
trata de idear un cristianismo más simple que cualquier creyente pueda
interpretar por sí mismo. Este espíritu fue más tarde como Kirayevsky dice muy
bien del espíritu que iba a destruir el propio protestantismo. El Observador
Iluminado dice Kireyevsky. Podía ver a Lutero detrás de la escolástica y a los
cristianos liberales modernos detrás de Lutero. Lutero mismo era lo que
probablemente se consideraría un fanático estrecho, especialmente en sus
últimos años. Pero abrió la puerta al subjetivismo total en la religión, y por
lo tanto nos da una clave también para hoy, porque mismo principio, el
individuo lo que yo creo, lo que yo pienso tiene derecho a ser escuchado.
Entonces se convierte en el estándar. Él mismo finalmente logró algún tipo de
sistema dogmático y trató de imponerlo a sus seguidores. Pero la misma idea por
la que luchó fue que cada individuo puede interpretar por sí mismo. Y por lo
tanto de él provienen las sectas, las sectas.
Las guerras
religiosas que comenzaron en este periodo, porque ahora había dos religiones.
Primero Lutero en la década de 1520 que se separó. Ya tenía una organización
separada, y Calvino y los otros protestantes, y por lo tanto éstos comenzaron a
luchar con los príncipes católicos. Y surgieron las guerras son bastante
insignificantes en sí mismas, y su principal resultado fue desacreditar la
religión por completo y llevar en el próximo período histórico, que
discutiremos en la próxima conferencia, a la búsqueda de una nueva religión más
allá de cualquier tipo de cristianismo, que es el comienzo de la masonería
moderna.
Tanto el
humanismo como el protestantismo continúan el trabajo de la Escolástica y
Francisco de Asís, la búsqueda de mejorar la ortodoxia. De mejorar el cristianismo
tal como ha sido transmitido en la tradición. Así que están continuando este
trabajo del “Gran Inquisidor”, de Dostoyevsky.
Tanto el
humanismo como el protestantismo son etapas en la destrucción de la visión
cristiana del mundo. Más tarde hay etapas más avanzadas. del mundo. Más tarde
hay etapas más avanzadas.
Ciencia
La ciencia
se volvió importante en este periodo porque el hombre, al ser liberado de la
tradición ortodoxa, dirigió su atención al mundo exterior. Esta atención al
mundo exterior a veces tomó formas notoriamente paganas e inmorales. Pero este
interés mundano también se expresó en el surgimiento de la industria y el
capitalismo y en el movimiento de exploración, el descubrimiento de América y,
de más, estos movimientos que cambiarían la faz de la Tierra en los siglos
futuros. Esto se podría hablar como una especie de levadura de mundanidad, que
penetraría en todo el mundo y daría el tono al mundo de hoy que carece
totalmente del sentido ortodoxo. Tradicional del temor de Dios, y de hecho está
poseído por la trivialidad.
El
protestantismo está lleno de este tono que se puede observar al mirar el
comportamiento de cualquier ministro protestante y compararlo con el
comportamiento de un sacerdote ortodoxo. El sacerdote católico también tiene
este mismo tono mundano, espíritu mundano, y los sacerdotes ortodoxos que están
perdiendo el sabor de la ortodoxia entran en este mismo sentimiento ligero y
así actualizado que es la influencia de la mundanidad. Lo que hace posible algo
como Disneyland y esas cosas que cualquier persona acuerda en la Edad Media o
el Renacimiento y sobre todo en la civilización cristiana tradicional, habría
considerado como algún tipo de locura.
Ahora
llegamos al aspecto más importante de este período del Renacimiento, que es el
surgimiento de la ciencia moderna. Este es el descubrimiento de una nueva clave
para el conocimiento y la verdad. Y en realidad lo que es es un nuevo
escolasticismo. El método científico reemplaza al método escolástico como el
medio para alcanzar la verdad. Y al igual que la escolástica lleva la pérdida
de todas las verdades que no encajan en su marco, que es muy estrecho y rígido.
Es
extremadamente interesante que la ciencia moderna nazca en el llamado
misticismo. Así como veremos más adelante que el socialismo nació en una
especie de misticismo, esta perspectiva mística fue el platonismo y el
pitagorismo que se revivieron junto con los estudios antiguos, que comunicaron
la fe de que el mundo está ordenado según el número. La filosofía —el sistema
de Pitágoras especialmente— se basa en el orden armonioso de los números que
corresponde al mundo exterior, y vemos en el mundo moderno que la unión de las
matemáticas con la observación ha cambiado de hecho la faz de la tierra. Porque
es cierto que el mundo está ordenado según el número. Número. Pero esto al
principio sólo se conocía vagamente. Y fue esta fe de los pitagóricos y
platónicos de que los números correspondían a la realidad y la investigación en
los misterios de la naturaleza, lo que llevó a los «descubrimientos» que
cambiaron la visión del mundo.
La ciencia
moderna también se basó en los experimentos de los alquimistas platónicos, los
astrólogos y los magos. El espíritu subyacente de la nueva visión científica
del mundo era el espíritu faustiano, el espíritu de la magia. que se retiene
como un tono definido en la ciencia contemporánea hoy en día. El descubrimiento
de hecho de la energía atómica habría deleitado mucho a los alquimistas del Renacimiento.
Estaban buscando exactamente un poder como ese.
El objetivo
de la ciencia moderna es el poder sobre la naturaleza, y Descartes, quien
formuló la visión mecanicista-científica del mundo, dijo que el hombre debe
convertirse en el amo y poseedor de la naturaleza. Debe notarse que esto es una
fe religiosa que toma el lugar de la
fe cristiana. Incluso el racionalista Descartes, quien dijo que toda la
naturaleza no es más que una gran máquina, y así dio la visión
mecanicista-científica que existe. Incluso hoy en día predomina en la
investigación científica, él mismo en juventud, tuvo sueños y visiones
extrañas. Y después de haber ideado su nueva ciencia tuvo una visión del Ángel
de la Verdad. Descartes, este Ángel de la Verdad le ordenó confiar en su nueva
ciencia que le daría todo el conocimiento. Y el conocimiento por supuesto tenía
el propósito de hacer al hombre el amo y poseedor de la naturaleza. Esta
naturaleza religiosa de la fe científica se puede ver hoy cuando la ruptura de
la fe científica, que ha sido dominante estos últimos siglos, está llevando
ahora a una nueva crisis en la religión, porque ahora los hombres llegan a la
pregunta. ¿Qué se puede creer si incluso la ciencia, que se supone que es la
certeza última, si no da certeza? Y así nacen nuevas filosofías irracionales y
el deseo de creer en nuevos dioses.
Esta visión
científica del mundo, que ahora se está desmoronando, está produciendo esta
inquietud que sentimos en el aire hoy. Y un número de personas que están
inspiradas por esta inquietud, ahora están llegando a la ortodoxia. De hecho,
esa es la posición en muchos de nuestros conversos. Y es muy importante, por lo
tanto, ya que estamos tratando de defendernos contra filosofías falsas.
Entender que, si al llegar a la ortodoxia no entendemos completamente la visión
del mundo ortodoxa, y entramos en ella, nos convertiremos en peones de estas
nuevas filosofías irracionales, que tomarán el lugar de la fe científica.
Los textos
científicos del período del Renacimiento están llenos de misticismo platónico y
pseudo-cristiano, y con la convicción de que el misterio del universo, ahora
está siendo descubierto. Porque antes de la Edad Media en tiempos cristianos
tradicionales en Bizancio, en Occidente antes del cisma, en Rusia y otras
civilizaciones ortodoxas, no había deseo de desentrañar el misterio del
universo, porque teníamos el conocimiento, suficiente conocimiento de Dios para
la salvación. Y sabíamos que el universo es, hay muchos aspectos que no
entendemos. Sabemos lo suficiente para salvar nuestras almas. Y el resto de
ello es esta esfera de magia, alquimia y todo tipo de ciencias oscuras. Pero
ahora la fe cristiana está siendo rechazada. El interés religioso se proyecta
en el mundo. Y por lo tanto vemos la idea de que hay un misterio del universo,
que, por cierto, está muy presente en muchos científicos modernos.
En la
actualidad el conocimiento científico se siente como un peso casi intolerable
sobre los hombres, y muchas personas sienten que el surgimiento de la ciencia
moderna tiene como objetivo último llevar a la humanidad a la esclavitud total.
E incluso hoy tenemos personas que enseñan seriamente en universidades
americanas que el hombre está completamente determinado. Que los científicos
deben gobernar su futuro. Que se puede poner una especie de calculadora en el
bolsillo, conectarla al cerebro, y cada vez que alguien realiza un acto que es
antisocial, contra lo que los líderes quieren, recibirán un impulso del cerebro
que les dará tal dolor que dejarán de actuar en contra de la sociedad.
—
Estudiante:
está hablando de Skinner,
Padre
Serafin Rose: Skinner y esas personas.
Y así esta
fe científica este conocimiento científico se siente muy frío y pesado hoy en
día. Y por lo tanto es muy interesante entender cómo se sentían los primeros
científicos —los que estaban descubriendo la nueva visión científica. Y hubo
algunos en ese momento que sintieron una exaltación misteriosa en esta nueva
religión de la ciencia.
Un muy buen
ejemplo de esto es el astrónomo y filósofo Giordano Bruno, quien fue uno de los
típicos vagabundos de los tiempos modernos. Era un monje dominico que huyó de
su monasterio. Fue al norte, conoció a Lutero. Estaba muy atraído por el
luteranismo, luego por el calvinismo, luego se desilusionó, fue excomulgado por
Lutero, fue excomulgado por Calvino, fue a Inglaterra y se enamoró de la reina
Isabel, y luego descubrió que no era tan popular y maldijo a Oxford. Luego fue
a Francia y el rey lo invitó allí a dar conferencias. Tenía técnicas especiales
en el entrenamiento de la memoria, que la gente pensaba que eran algo cercano a
la magia. Pero también estaba enseñando la nueva astronomía. Es decir, fue uno
de los primeros seguidores de la teoría copernicana, pero en ningún lugar
encontró algún tipo de descanso. Estaba lleno de este espíritu inquieto de la
época, pero en ningún lugar encontró paz.
Pero él fue
uno que sintió las consecuencias de la revolución copernicana, de la cual
hablaremos en un minuto. Es decir, el hecho de que la tierra gira alrededor del
sol y no el sol alrededor de la tierra fue para él un descubrimiento definitivo
que tuvo consecuencias religiosas. Dijo como resultado de esto. «El hombre no
es más que una hormiga en presencia del infinito, y una estrella no es más que
un hombre». Eso es un sentimiento muy contemporáneo de que el hombre está
perdido en la inmensidad del espacio. Pero no lo sintió como algo frío. Hoy
pensamos en algo horrible y frío, y el hombre está perdido en el espacio. No lo
creía porque veía a Dios en todas partes su idea de Dios. Dijo que la
naturaleza es Dios en las cosas. Tenía una especie de panteísmo místico. Y dijo
que la materia es divina. Dijo que Dios, que se ha perdido porque se ha
rechazado la visión del mundo ortodoxa. Ahora se proyecta en la materia.
Encontró a Dios en todas partes en la vida del universo. Creía que incluso los
planetas estaban vivos. Tal vez no inteligencia personal. Pero algún tipo de
vida estaba brillando a través de estas estrellas y a través de estas
criaturas. Y tal vez esto no esté tan lejos de Francisco de Asís.
Cuando la
Tierra es desplazada del centro de las cosas, vio, o pensó que vio, desaparecer
todos los límites. Creía que el universo es infinito, hay un número infinito de
mundos y un número infinito de inteligencias en estos mundos. Otros tipos de
humanidad. Estas ideas que intrigan mucho a las personas modernas.
Según él
conocer la naturaleza es conocer a Dios. Cada avance en la ciencia y el
conocimiento de la naturaleza es una nueva revelación, es decir, algo
religioso. Él mismo dijo que se sentía atraído por la oscuridad de lo
desconocido de la misma manera que una polilla es atraída por la llama que la
devora. Y él con eso, profetizó sin saberlo su propio fin, porque fue arrestado
por la Inquisición y quemado en la hoguera como hereje, pero murió como un
mártir. Estaba muy tranquilo y dijo que no enviaría sus puntos de vista. Creía
lo que creía.
Más tarde
fue casi totalmente olvidado hasta alrededor de 1870, cuando sus escritos
comenzaron a ser publicados. Y ahora se está volviendo más y más conocido. Y se
publicaron libros en inglés sobre él. Se construyó un pilar en Roma en el lugar
donde estaba su pira.
Este
misticismo de la naturaleza que tenía al comienzo de la ciencia moderna es muy
interesante porque se refleja en otro tipo de misticismo de la ciencia que
ocurre ahora cuando la visión científica del mundo ha colapsado o está llegando
a su fin, es decir, el llamado misticismo de Teilhard de Chardin, que veremos
en un capítulo posterior.
La Revolución Copernicana
El momento
clave en el ascenso al poder de la fe científica, la visión científica del
mundo, es la llamada Revolución Copernicana.
Giordano
Bruno murió en 1600. Copérnico murió en 1543, y su libro salió en el año de su
muerte, 1543. Antes de este tiempo, la astronomía medieval y la astronomía de
tiempos antiguos se habían basado en la teoría geocéntrica de que la Tierra
estaba en el centro del universo y todo giraba a su alrededor. Pero había
ciertos movimientos irregulares de los planetas, para explicar los cuales, los
astrónomos desarrollaron todo tipo de ciclos dentro de ciclos para mostrar que estaban
haciendo movimientos irregulares. Y la nueva fe en el misticismo platónico, que
los números corresponden a la realidad, que Dios hace las cosas, la naturaleza
hace las cosas de la manera más simple posible, hizo que algunas personas se
sintieran insatisfechas con esto. Y Copérnico hizo todo tipo de cálculos y
finalmente llegó al descubrimiento, que no se basaba en la observación. Se
basaba en la fe matemática, de que, para hacer la explicación más simple
posible de los movimientos en el cielo, uno debe asumir que la Tierra gira
alrededor del Sol junto con los planetas.
Sobre esto
se deben decir dos cosas, el descubrimiento de esta nueva verdad, que parece
ser verdadera porque se puede apuntar un cohete y llevarlo al lugar correcto en
el cielo creyendo esto, el descubrimiento de esta nueva verdad no refuta el
hecho de que los cuerpos celestes de hecho giran alrededor de la Tierra porque
cualquiera puede observar eso todos los días. La verdad científica del
heliocentrismo, que la Tierra gira alrededor del Sol, sólo explica, a nivel
científico, los movimientos complejos que los cuerpos celestes y la Tierra
hacen entre sí para crear el efecto que vemos todos los días, que es que el Sol
gira alrededor de la Tierra. Y el efecto sigue siendo el mismo.
Y así, la
teoría copernicana no elimina ni el libro de los Salmos, que habla sobre el sol
que conoce su ocaso, Salmo. 104.19, ni contradice nuestra experiencia diaria de
ver al sol girar alrededor de la tierra. Las personas que cambian de opinión y
piensan sólo en términos de esto, que la tierra gira alrededor del sol como un
hecho de la experiencia cotidiana, están mezclando lo que es una especie de
explicación técnica con la experiencia diaria. Hay dos esferas diferentes. Lo
segundo que hay que decir sobre esta Revolución Copernicana es que el llamado
Nuevo Universo que se abre con la Revolución Copernicana no es incompatible con
la Ortodoxia. Kiereyevski, de hecho, dice que los ortodoxos sólo pueden
asombrarse de que quisieran quemar a Galileo en la hoguera por el hecho de que
él dijo la herejía, incluso la llamaron herejía, de que la tierra gira
alrededor del sol. Y Kireyevsky dice que es incomprensible para una persona
ortodoxa como esto puede ser una herejía. Porque el racionalismo escolástico
había tomado tal posesión de las mentes occidentales que todos los silogismos
de la Escolástica, ya fueran basados en las Escrituras o en Aristóteles, tenían
el mismo valor, y así las teorías sobre si la tierra se mueve o permanece
quieta se convierten en dogma. Mientras que la Ortodoxia distingue
cuidadosamente las verdades que son de fe, los dogmas, de aquellas que son
externas y están abiertas a varias interpretaciones y especulaciones.
Y en los
escritos sobre el Hexaemerón de San
Ambrosio, San Andrés el Grande, San Basilio el Grande y otros santos padres,
son muy cuidadosos en distinguir lo que es revelado por Dios y lo que son sólo
especulaciones de los hombres. Y él dice que no es importante para nosotros
especular sobre cómo suceden todas estas cosas, que permanece quieto, que se
mueve, como se pueden explicar los cometas, todo eso es muy secundario y no
afecta nuestra fe.
La Revolución
Copernicana dio lugar a nuevas visiones religiosas del hombre destronado y sólo
en un universo frío e infinito. Pero estas visiones religiosas no son
deducibles de los nuevos hechos. Los nuevos hechos en sí mismos no cambian nada
en la religión de uno. Sólo muestran que el impulso primario en esta nueva
visión científica del mundo era un impulso religioso,
que los hombres estaban buscando una nueva fe que se puede encontrar al mirar
el mundo exterior. Los hombres deseaban tener una nueva fe, y usaron los hechos
que descubrieron para ayudar a lograr esto. Lo mismo sucede todo el tiempo
desde entonces en la historia del Occidente moderno.
Lo
siguiente que discutiremos será algo que quizás no tenga una significancia
histórica directa, pero es algo que tiene una significancia muy profunda al
revelar la filosofía del hombre moderno y un precursor de movimientos
posteriores. Esto concierne a algunos de los movimientos religiosos del período
del Renacimiento, además de la Reforma protestante.
Quilianismo
Se podría
decir que la corriente principal de la religión en este momento era el
protestantismo y el catolicismo cada vez más secularizado, ambos reduciendo la
religión a la razón y el sentimiento. Se podría decir que el catolicismo trató
de preservar algo del pasado, pero obviamente estaba haciendo grandes
concesiones al espíritu de la época, que él mismo había iniciado, estaba muy
ligado a la nueva era. Pero en este periodo hay una serie de corrientes
subterráneas en la religión que son muy sintomáticas.
Hubo
movimientos de milenarismo. Y un libro clásico sobre esto llamado En Pos del milenio, que es un estudio de
los movimientos milenaristas de este periodo desde la Edad Media hasta la
Reforma. Norman Cohn dice, «No parece haber evidencia de tales movimientos
antes de los últimos años del siglo XI»[11].
Ese es precisamente el momento en que Roma dejó la Iglesia. Ese mismo nuevo
espíritu se reveló en el surgimiento de estas nuevas sectas.
Este es
también el mismo periodo, por cierto, en que comenzó la práctica de la
flagelación, después de que Roma dejó la Iglesia. Este autor está muy orientado
secularmente y dice que esto se debe a las nuevas condiciones sociales, es
decir, el surgimiento del comercio y la industria reemplazando a la
agricultura. Pero podemos decir con seguridad que las nuevas condiciones
mentales, el comienzo, la apertura de la posibilidad de un nuevo tipo de
cristianismo una vez que se deja atrás la ortodoxia, esto es más probablemente
la razón dominante.
Incluso
habla de esto en este libro, contrastando la actitud antes de la Edad Media con
la actitud en la Edad Media y el Renacimiento: «Pero, después de tener en
cuenta todas esas complejas circunstancias, no deja de ser verdad que si la
pobreza, la explotación y una dependencia opresiva fueran suficientes por sí
mismas para producirlo, el milenarismo revolucionario se hubiera extendido con
fuerza entre todo el campesinado de la Europa medieval. Y no fue así
generalmente. Un profundo anhelo por parte de los siervos de ser libres,
repetidos esfuerzos de las comunidades campesinas para obtener beneficios,
espasmódicas y breves revueltas; todas estas cosas fueron el pan nuestro de
cada día en la vida de muchos feudos. Pero casi nunca se consiguió que los
campesinos afincados se embarcaran en la conquista del Milenio»[12]
Lo que está
describiendo es la civilización de un lugar ortodoxo tradicional, tierra, pero
bajo nuevas condiciones, tanto bajo nuevas condiciones externas cuando surgen
el comercio y la industria, y muchos de estos nuevos sectarios estaban en los
gremios de tejedores donde tenían la posibilidad de desempleo cuando los
mercados extranjeros se cerraban y así sucesivamente. La inestabilidad de su
vida tuvo una influencia en las visiones religiosas también, pero también
porque entró este nuevo espíritu, lo que significaba que la ortodoxia no era
suficiente. Y hubo un comienzo de una búsqueda de un nuevo cristianismo, una
nueva religión.
En la
sociedad tradicional, orientada en torno a la tradición, este mismo autor dice «incluso
el pensamiento de cualquier transformación fundamental de la sociedad era
apenas concebible» Y estos nuevos movimientos comenzaron a concebir la idea de
una transformación fundamental de la sociedad, es decir, el comienzo de lo que
más tarde descubriremos es el movimiento de la revolución de los tiempos
modernos.
Algunos de
estos sectarios fueron llamados los hermanos del Espíritu libre, y florecieron
desde el siglo once en adelante con una doctrina de que Dios es todo lo que es,
cada cosa creada es divina, que una nueva era del Espíritu Santo está llegando,
y cuando Joaquín de Fiore ya proclamó su enseñanza, ellos siguieron su
enseñanza de que cada persona tiene el Espíritu Santo y es el mismo Divino y,
por lo tanto, puede cometer pecado y aún ser puro. Hay una cierta hermana
Catalina[13]
en el siglo XIV que tuvo una experiencia estática y luego proclamó, «Alegrense
conmigo, porque me he convertido en Dios». Esto no está tan lejos nuevamente de
Francisco de Asís.
Otro
movimiento se llamó el movimiento Taborita en el siglo XV, que fue un
movimiento de comunismo, un retorno a la edad de oro donde todos son iguales.
En este momento había un tal Thomas Müntzer que nació sólo unos años después de
Lutero, quien predicó el milenio y la exterminación masiva de todos aquellos
que se oponían a su doctrina. Según él, todas las cosas debían ser mantenidas
en común. Pero fue capturado y asesinado después de una revuelta que intentó
liderar. Curiosamente, este mismo hombre Thomas Müntzer fue idealizado por
Friedrich Engels, quien escribió un libro completo sobre él, creo. Y los
historiadores comunistas hasta el día de hoy en Rusia dirán que él es un
precursor del comunismo, y veremos más adelante que sus ideas económicas no
tienen nada que ver con eso. Sin embargo, estaba en el mismo espíritu que el
movimiento comunista, que es un movimiento milenario, un movimiento
quiliástico, pero a diferencia de Müntzer, sin hablar del Espíritu Santo.
Luego,
nuevamente en 1534, hay personas que se llamaban a sí mismas Anabaptistas, es
decir, que estaban en contra del bautismo infantil porque cada persona tiene
que saber por sí misma en qué se está metiendo. Tuvieron un levantamiento
armado en Münster, que fue precedido por hombres salvajes corriendo por las
calles llamando al arrepentimiento, y hubo visiones apocalípticas justo en las
calles. Esta ciudad de Münster fue proclamada como la Nueva Jerusalén. La
mayoría de los luteranos se fueron. Y los anabaptistas de todas las ciudades
cercanas vinieron a esta ciudad de Münster, que tenía una población de
alrededor de diez mil personas. Pasaron por los monasterios e iglesias, los
saquearon. Y en una noche, tomaron todas las pinturas y estatuas y libros de la
Catedral Católica y los destruyeron. Dos llamados profetas holandeses se
convirtieron en sus líderes, Matthys y Bockelson, y convirtieron esta ciudad en
una teocracia. Todos los luteranos y católicos que quedaron fueron condenados a
ser ejecutados, pero luego suavizaron esto y los expulsaron de la ciudad.
Después de
esto, se estableció un nuevo tribunal de justicia en el que era un delito no
estar bautizado en la fe anabaptista, lo cual era castigable con la muerte. Los
únicos que debían quedar en la ciudad eran los hermanos y hermanas, los hijos
de Dios. El obispo católico, por supuesto, se opuso a esto y sitió la ciudad.
En este momento se estableció un estado de comunismo perfecto, llamado así.
Toda su propiedad fue confiscada por los líderes –todos los que desaprobaban la
doctrina o expresaban cualquier disidencia eran encarcelados y ejecutados. Y
mientras eran ejecutados, cantaban himnos. Se estableció un reinado de terror
que se describe en este libro con cierto detalle:
«El terror
había comenzado y tal fue la atmósfera en que Matthys procedió a hacer realidad
aquel comunismo que hacía ya muchos meses rondaba la imaginación de los
anabaptistas en forma de una espléndida visión milenaria. Matthys, Rothmann y
los demás predicadores lanzaron una campaña de propaganda. Se proclamó que los
verdaderos cristianos no debían tener dinero propio, que todo el dinero debían
tenerlo en común, de lo cual se desprendía que estaban obligados a entregar
todo el dinero y también los adornos de oro y plata. Al principio, esta orden
halló oposición. Algunos anabaptistas escondieron su dinero. Matthys respondió
intensificando el terror. Reunieron a los hombres y mujeres bautizados durante
las expulsiones y les informaron de que, salvo que el Padre quisiera
perdonarlos, debían perecer bajo la espada de los justos. Los encerraron en una
iglesia manteniéndoles víctimas de la incertidumbre hasta desmoralizarles
totalmente. Finalmente Matthys entró en la iglesia con una banda de hombres
armados. Sus víctimas se arrastraron de rodillas hacia él implorándole que,
como favorito del Padre, intercediese por ellos. Esto hizo o pretendió hacer y
al final informó a los aterrados infelices que había obtenido su perdón estando
el Padre contento en recibirlos en el seno de la comunidad de los justos.
Después de este ejercicio de intimidación, Matthys pudo sentirse mucho más
tranquilo sobre el estado de la moral en la Nueva Jerusalén.
La
propaganda contra la propiedad privada del dinero continuó durante las
siguientes semanas, acompañada por los halagos más seductores y las amenazas
más espantosas. La entrega del dinero se convirtió en una prueba de fraternal
cristiandad. Aquellos que se mostraban reacios fueron declarados merecedores
del exterminio y parece que se llevaron a cabo varias ejecuciones. Después de
dos meses de presión incesante, la propiedad privada del dinero quedó abolida
en la práctica. A partir de entonces el dinero sólo se utilizó para propósitos
públicos relacionados con el mundo exterior; para contratar mercenarios,
comprar provisiones y distribuir propaganda. Dentro de la ciudad no se pagaba a
los artesanos en metálico sino en especie, lo cual contribuía a dar la
impresión de que ya no les pagaba un patrón sino un gobierno teocrático.»[14]
«La
abolición de la propiedad privada del dinero, la restricción de la propiedad
privada sobre los alimentos y la vivienda se consideraban los primeros pasos
hacia un estado en el que —según dijo Rothmann— todo pertenecería a todos y
desaparecería la distinción entre lo mío y lo tuyo; o —en posteriores palabras
de Bockelson— en que «todas las cosas se tengan en común, no exista la
propiedad privada y ya nadie trabaje más, sino que únicamente confíe en Dios.»[15]
Un erudito
de Amberes escribió a Erasmo de Rotterdam, quien, por supuesto, no le gustaban
todos estos movimientos irracionales porque creía que los hombres debían ser
racionales, liberales y tolerantes: «Por aquí vivimos con una desdichada
ansiedad por la manera en que se ha desencadenado la revuelta de los
anabaptistas. Realmente avanza como el fuego. Creo que son muy pocos los
pueblos o las ciudades en las que la tea no arda en secreto. Predican la
comunidad de bienes, por lo que todos aquellos que no tienen nada acuden en
masa.»[16]
Puedes ver,
por supuesto, que habrá muchos motivos secundarios de personas que vienen, pero
también el hecho de que este movimiento podría extenderse como un incendio
significa que hay una expectativa profunda, algún tipo de nueva religión
milenaria.
«Finalmente,
durante los últimos días de marzo, Matthys prohibió todos los libros salvo la
Biblia. Todas las demás obras impresas, incluso las que se mantenían en régimen
de propiedad privada, debían trasladarse a la plaza de la catedral y ser
arrojadas a la hoguera.»
Luego, este
Mattis cometió un error. Tuvo un mandato divino para salir y luchar contra el
enemigo, y el enemigo lo mató. Entonces Bockelson tomó el control y se proclamó
rey. Su primer acto fue correr desnudo por la ciudad en un frenesí y caer en un
éxtasis durante tres días. Cuando pudo hablar, ordenó a la población que se
congregase y anunció que Dios le había revelado que la vieja constitución de la
ciudad, por ser obra de hombres, debía sustituirse por una nueva que fuese obra
de Dios. Se privó de sus funciones a los burgomaestres y al consejo. En su
lugar se colocó Bockelson que, además y según el modelo del antiguo Israel,
nombró a doce dignatarios.»[17]
«Al
principio, el comportamiento sexual quedó regulado con la misma rigidez que los
otros aspectos de la vida. La única forma permitida de relación sexual era el
matrimonio entre dos anabaptistas. El adulterio y la fornicación —que incluían
el matrimonio con un impío— eran delitos graves. Esto era coherente con la
tradición anabaptista, ya que, igual que los valdenses siglos antes, los
anabaptistas, en general, observaban unas normas de moralidad sexual mucho más
estrictas que las de la mayoría de sus contemporáneos. Sin embargo, este orden
tuvo un súbito final cuando Bockelson decidió instaurar la poligamia.»[18]
«La
poligamia halló cierta resistencia cuando empezó a introducirse, igual como
había sucedido con la comunidad de bienes. Se produjo un levantamiento armado
durante el cual Bockelson, Knipperdollinck y los predicadores fueron encerrados
en la cárcel, pero los rebeldes, que eran una ínfima minoría, pronto fueron
derrotados y cerca de cincuenta lo pagaron con la muerte. Durante los días
siguientes se ejecutó también a otros ciudadanos que osaron criticar la nueva
doctrina. La poligamia quedó establecida en el mes de agosto»[19]
«Desapareció
la ceremonia religiosa del matrimonio, contratándose y disolviéndose éstos con
gran facilidad. Aunque gran parte de los relatos hostiles que poseemos se
descalifiquen por su exageración, parece correcto afirmar que las normas de
comportamiento sexual en el Reino de los Santos sufrieron una progresiva
evolución que fue desde el puritanismo riguroso hasta la casi promiscuidad.»[20]
«El
prestigio de Bockelson llegó a su apogeo cuando, a finales de agosto de 1534,
sus hombres repelieron con tal éxito uno de los mayores ataques que, tanto los
mercenarios como los vasallos del obispo, desertaron inmediatamente,
abandonándole. A Bockelson se le presentó entonces la oportunidad de organizar
una salida en la que, seguramente, hubiese capturado el campamento de las
tropas del obispo, pero prefirió aprovechar para proclamarse rey.»[21]
«A
principios de septiembre, Dusentschur, orfebre de una ciudad vecina, se erigió
en nuevo profeta. Un día, en la plaza principal, este hombre declaró que el
Padre Celestial le había revelado que Bockelson iba a ser rey de todo el mundo,
dominando a todos los reyes, príncipes y grandes de la tierra. Debía heredar el
cetro y el trono de su predecesor David y retenerlos hasta que Dios le
reclamase el reino para sí.»[22]
«El nuevo
rey hizo todo lo posible para resaltar el singular significado de su
entronización. A las calles y puertas de la ciudad se les dieron nuevos
nombres; se abolieron los domingos y los días de fiesta y los días de la semana
cambiaron sus nombres por otros basados en un sistema alfabético. El rey llegó
incluso a escoger el nombre de los niños recién nacidos según un sistema
especial. Aunque el dinero no tenía ninguna función en Münster, se creó una
nueva moneda puramente ornamental. Se acuñaron monedas de oro y plata con
inscripciones que resumían toda la fantasía milenarista que daba al reino su
significado. «El Verbo se ha hecho Carne y habita en nosotros.» «Un Rey sobre
todos. Un Dios, una Fe, un Bautismo.» Se confeccionó un emblema especial para
simbolizar el derecho de Bockelson al dominio absoluto, espiritual y temporal,
sobre todo el mundo: un globo, representando al mundo, atravesado por dos
espadas (las que hasta entonces habían correspondido, por separado, al papa y
al emperador), coronado por una cruz con la siguiente inscripción: «Un rey de
virtud por encima de todo.» El rey llevaba este emblema, acuñado en oro,
colgado de una cadena también áurea alrededor de su cuello. Sus ayudantes lo
portaban en forma de insignia en las mangas, aceptándose en Münster como
emblema del nuevo estado.»[23]
«En el
centro del mercado se levantó un trono, tapizado con tejidos de oro, que se
erguía sobre los bancos que lo rodeaban, destinados a los consejeros reales y a
los predicadores. A veces el rey iba allí a dictar sentencias en los juicios o
a presenciar la proclamación de nuevas leyes. Llegaba montado a caballo, con
corona y cetro, precedido por una fanfarria de trompetas. En primer lugar
desfilaban los oficiales de la corte y, tras el rey, iban Knipperdollinck,
nombrado primer ministro, Rothmann, orador real, y una larga hilera de
ministros, cortesanos y sirvientes. La guardia real acompañaba y protegía a
toda la comitiva, formando un cordón alrededor de la plaza, mientras el rey
ocupaba el trono. A ambos lados del trono había un paje, uno sosteniendo una
copia del Viejo Testamento —para demostrar que el rey era el sucesor de David y
tenía potestad para interpretar originalmente la Palabra de Dios— y otro sosteniendo
un sable desenvainado
El rey creó
este magnífico estilo de vida para él, sus mujeres y sus amigos, mientras que,
para la masa de la población, impuso una rigurosa austeridad. La población
había entregado ya todo el oro y la plata y se había acomodado a las requisas
de viviendas y alimentos, anunciando ahora el nuevo profeta Dusentschur que el
Padre le había revelado su desagrado por la superfluidad en el vestir.»[24]
En las
nuevas obras que ahora se escribían, la «fantasía de las tres edades» de
Joaquín de Fiore: «La Primera Edad era la del pecado y duró hasta el Diluvio;
la Segunda era la edad de la persecución y la Cruz, cuya duración se extendía
hasta aquellos días; la Tercera Edad debía ser la de la venganza y triunfo de
los Santos. Cristo, se decía, intentó una vez recuperar para la verdad al mundo
pecador, pero su éxito no duró mucho: antes de un siglo, la Iglesia Católica
había invalidado el intento»[25]
Ve uno ahí, que el nuevo cristianismo debe mejorar el viejo cristianismo.
«El terror,
durante mucho tiempo una característica familiar de la vida en la Nueva
Jerusalén, se intensificó durante el reinado de Bockelson. Dentro de unos días
de su proclamación de la monarquía, Dussenschur», uno de los ministros, «proclamó
que se le había revelado que en el futuro todos los que persistieran en pecar
contra la verdad reconocida debían ser llevados ante el Rey y sentenciados a
muerte. Serían extirpados del pueblo elegido, su misma memoria sería borrada,
sus almas no encontrarían misericordia más allá de la tumba. Dentro de un par
de días comenzaron las ejecuciones»[26]
Enviaron
emisarios, profetas de los apóstoles, para despertar a otras ciudades a la
misma revolución. «El objetivo de todas estas insurrecciones era el que había
marcado Bockelson, que continuaba siendo idéntico al que inspiró a tantos
movimientos milenarios» desde los días de los pastoureaux: «Matar a todos los monjes, a todos los sacerdotes y a
todos los gobernantes, pues sólo nuestro rey es el verdadero gobernante.»[27]
«Fue
durante estas últimas y más desesperadas semanas del sitio, cuando Bockelson
empleó al máximo su maestría en la técnica del terror. A principios de mayo se
dividió la ciudad, con fines administrativos, en doce secciones, colocándose al
mando de cada una de ellas a un oficial real con el título de duque y una fuerza
armada integrada por veinticuatro hombres.»[28]
Se les prohibió salir de sus secciones, para que no pudieran rebelarse contra
el rey.
«Demostraron
suficiente lealtad ejerciendo sobre el pueblo un terror sin escrúpulos. Para
evitar cualquier posibilidad de oposición organizada, se prohibieron
estrictamente incluso las reuniones de unos cuantos individuos. A cualquiera
que se le descubriese conspirando para abandonar la ciudad, o que se supiese
que había ayudado a otro a escapar, o que hubiese criticado al rey o su política,
se le decapitaba. Fue el rey en persona quien llevó a cabo la mayoría de estas
ejecuciones, declarando que gustosamente haría lo mismo con cualquier rey o
príncipe. En algunos casos descuartizaron el cuerpo de las víctimas clavando
parte de él en lugares destacados a modo de aviso. A mediados de junio estas
escenas tuvieron lugar casi a diario.
Antes que
rendir la ciudad Bockelson hubiese dejado, sin duda, que toda la población
muriese de hambre, pero el cerco tuvo un súbito final. Dos hombres escaparon de
la ciudad durante la noche e indicaron a los sitiadores ciertos puntos débiles
en las defensas. La noche del 24 de junio de 1535, los sitiadores lanzaron un
ataque por sorpresa penetrando en la ciudad. Después de varias horas de lucha
desesperada, los doscientos o trescientos anabaptistas supervivientes aceptaron
una oferta de salvoconducto, depusieron las armas dispersándose hacia sus
casas. Los sitiadores los mataron uno por uno, casi hasta el último hombre, en
una masacre que duró varios días.»[29]
Podemos ver en la imagen este tal rey Juan de Leyden
Estos anabaptistas
han sobrevivido en la actualidad en comunidades como los Menonitas, los
Hermanos y los Hermanos Huteritas, pero, por supuesto, como movimiento
histórico perdió su influencia poco después de este tiempo. Pero incluso este
historiador agnóstico dice algo interesante. Encuentra que estos movimientos
que está estudiando son muy similares a los movimientos del siglo XX de nazismo
y comunismo. Y señala que, alguna sospecha de esto ha ocurrido a los ideólogos
comunistas y nazis mismos. Una exposición entusiasta aunque fantasiosa del
misticismo heterodoxo alemán Germán del siglo XIV con tributos apropiados a los
Begards, beguinas y hermanos del Espíritu Libre, llena un largo capítulo de El mito del siglo XX de Rosenberg. Él,
es el principal apologista de Hitler, mientras que un historiador nazi dedicó
un volumen completo a interpretar el mensaje del revolucionario del Alto Rin.
En cuanto a los comunistas, continúan elaborando, mundo, en volumen tras
volumen, ese culto de Thomas Müntzer que fue inaugurado ya por Engels. Pero
mientras que en estas obras los profetas de un mundo desaparecido se muestran
como hombres nacidos siglos antes de su tiempo, es perfectamente posible sacar
la moraleja opuesta, que, a pesar de toda su explotación de la tecnología más
moderna, el comunismo y el nazismo han sido inspirados por fantasías que son
francamente arcaicas. En cualquier caso, en muchos aspectos, ambos están
profundamente en deuda con ese cuerpo muy antiguo de creencias que constituyó
el saber apocalíptico popular de Europa. [31]
Mirando lo
que está sucediendo en el siglo veinte, uno podría decir más que eso, que esa
expectativa milenaria, el deseo de un nuevo tipo de cristianismo el alienismo
que realizamos en este mundo, es uno de los rasgos dominantes de la mentalidad
moderna. Y esta explosión anterior se desvaneció, pero más tarde salió en una
forma más fuerte. Y de hecho hoy en día, la mitad del mundo está en posesión de
personas que piensan muy parecido a estas personas y tienen los mismos
elementos de terror, de matar a todos mismo tipo de frenético.
—
Padre
H.: El Gulag
Padre
Serafín Rose: sí, el Gulag, el mismo
frenético hablar sobre los enemigos que están a punto de destruirlos, la
burguesía, los explotadores de los trabajadores de las fábricas y así
sucesivamente.
Este hombre
y otros como él, que lideraron estas rebeliones milenarias en la era estable
antes del sisma, son precisamente precursores del anticristo. Y ahora se
convierte en el caso de que ciudades enteras, grupos enteros de personas pueden
seguir a estos falsos líderes que tienen las expectativas y descripciones más
fantásticas y salvajes de sí mismos, son los gobernantes de este mundo. Así que
esta cosa que comenzó en la Edad Media ahora se vuelve más fuerte, la búsqueda
de una monarquía universal.
Arte del Renacimiento
El arte del
Renacimiento el arte de este periodo, que es, por supuesto, uno de los grandes
logros del hombre occidental, revela, algunas cosas que no abordaremos, la
resurrección de la antigüedad, las innumerables estatuas desnudas y todo eso,
que son obviamente una resurrección del paganismo del cuerpo y de este mundo.
Vamos a observar algunas de las pinturas religiosas.
Desde el punto de vista ortodoxo, estas son blasfemias. Sabemos que muchos de los pintores llevaban una vida muy laxa. Hacían que sus amantes posaran como la Virgen María.
Y puedes revisar pintura tras pintura de este periodo y no verás
nada que sea reconocible como algo realmente religioso. Hay varias que son
simplemente paganas e incluso bastante indecentes. Y otras son más refinadas
pero aún así siguen los mismos principios. Puedes ver al niño gordito y
desnudo, y las mujeres son obviamente mujeres mundanas. A veces son toscas, a
veces refinadas, pero es el mismo tipo de mundanidad. Y puedes revisar todas
estas obras, Rubens, Tintoretto, Rafael, todas tienen el mismo espíritu
extremadamente mundano. Hay algunas, oh, hablaremos de él en un momento. Pero
puedes echar un vistazo a algunas de estas imágenes que tienen diferentes
temas. Incluso una aquí de Caravaggio, es bastante temprana, un poco más tarde,
1600. Tiene una imagen del Éxtasis de Francisco, que es muy interesante. Encaja
con todo eso.
Hay algunos
que intentaron revivir el arte religioso, el principal de ellos fue Fra
Angelico, pero él estaba muy en contra de todo este paganismo e intentó volver
al arte religioso real. Puedes ver que en algunas de estas personas están
tratando de ser piadosas. No son sólo mundanas, pero si las miras puedes ver
que el espíritu es un poco diferente, pero aún así el mismo espíritu mundano ha
entrado mucho. Las túnicas son extremadamente espléndidas. La pintura es
extremadamente hermosa. Y el intento de hacer algún tipo de piedad que es
simplemente prelest. Algunas de estas
son muy latinas. Algunas de ellas, como El Greco, son obviamente prelest, algún tipo de distorsión que
está lejos de, se supone que es griego, eso es lo que se supone que es. Los
historiadores dicen que tiene influencia bizantina, y por supuesto, no es nada
de eso.
—
Estudiante: ¿se supone que eso son María y Cristo?
Padre
Serafín: sí. Eso son, eso son los mejores de este periodo.
Algunos de
ellos, especialmente los del Norte o España, se vuelven más y más sangrientos y
espantosos. Y algunos de ellos, como estos, Botticelli y Botticini, son muy
encantadores si no miras al niño, el niño gordito. La Virgen y Cristo hacen
criaturas exquisitas. Si miramos algunas de las pinturas de Botticelli, no
tenemos la que está en color, pero aquí está esta pintura del nacimiento de
Venus que es una cosa extremadamente encantadora si miras los colores. Aquí
está en blanco y negro, pero puedes ver que está extremadamente bien hecha.
Pero es
puro paganismo, es el nacimiento de Venus de una concha. Y es obvio que esto es
algún tipo de nueva religión. Está muy cerca de esto que mencionamos sobre
Bruno, que la materia es divina, que la materia es tan encantadora, el mundo ha
sido descubierto. Y está lleno de tanta belleza encantadora y tanto misterio
que el pintor puede de alguna manera sacarlo a relucir.
Y de la
misma manera sentimos lo mismo de Miguel Ángel. Miras algunas de estas figuras
prometéicas, obviamente algún tipo de nueva religión, una creencia totalmente
no cristiana de que el hombre es divino, tratando de capturar algún tipo de
belleza en este mundo. El otro mundo está completamente perdido. En la última
escena de Da Vinci, es todo algún tipo de drama, una especie de pose arreglada,
muy bien. Puedes ver que lo que Giotto todavía tenía y esos artistas de la Edad
Media, lo que preservaron está totalmente perdido ahora.
Y aquí hay uno
que es Fra Angélico, que intentó volver al significado religioso. Puedes ver
que esto es el típico prelest
católico. Las personas son, es tan encantador, rosa y azul, y todos estos
colores. Y si ves la pintura real probablemente sea impresionante. Pero si
miras a las personas, tales expresiones estúpidas en sus caras, tan posadas,
tan dramáticas. Es Cristo coronando a la Virgen, pero es muy, sin ningún
significado religioso.
Y hay otro
aquí. Muestra la Crucifixión ya ahora con algún tipo de realismo, el énfasis
todo en lo simbólico. El icono, no hay nada reconocible como un icono, es
totalmente mundano. Y aquellos que son religiosos están en prelest.
Y muy
probablemente, hay algunos que están mezclados con todo tipo de sectarismo.
Aquí hay uno de El Bosco sobre el paraíso, Cristo con Adán y Eva en el paraíso
que está lleno de todo tipo de simbolismo. Se supone que él mismo estaba
mezclado con una de esas sectas, los hermanos del Espíritu Libre. Sin duda
expresa todo tipo de fantasía sectaria sobre Adán y Eva. Acabamos de leer sobre
San Pablo, la vida de San Pablo de Obnora, como vivió como Adán en el paraíso con
los animales. Y estas personas, habían, perdido esa idea de la vida ascética
como Adán y Eva. Deberíamos mirar el resto de las imágenes.
Algunas
imágenes espantosas, algunas de, las cuales no son muy adecuadas. Pero esta
muestra cómo, bueno, es una especie de sectaria. Porque los sectarios creían en
ese momento que debían volver al estado de paraíso, Adán y Eva. Y por eso van
desnudos y tienen todo en común y piensan que están estableciendo un nuevo
reinado de paraíso en la tierra.
Aquí hay
otra, una muy encantadora de Fra Angélico con pavos reales y todo tipo de cosas
que están tan llenas de algún tipo de espíritu religioso diferente. Es prelest…
Solo mirar
estas pinturas ya revela que, entre la ortodoxia y esto, ya hay un abismo tan
grande que ya no puede superarse. Si uno va a convertirse en ortodoxo, si ya es
ortodoxo, sólo puede ser un individuo que regresa a la verdad y se da cuenta de
lo que es la verdad, cuán lejos se ha desviado. Pero hablar de unión con
personas que tienen pinturas religiosas como esa muestra que no sabes de qué
estás hablando es una religión diferente.
Resumen
Entonces,
en resumen, mencionaremos las principales características que surgen en este
periodo:
la primera
es el surgimiento del yo como el nuevo Dios. Ahora no se ha expresado de esta
manera, pero en el periodo posterior ya veremos a personas hablando del
individuo como Dios. Este es el significado del humanismo y el protestantismo,
deshacerse de la tradición religiosa, la tradición ortodoxa para que el nuevo
Dios pueda nacer.
La segunda
idea, muy fuerte, es que así como el Dios individual está naciendo, también el
mundo ahora se vuelve divino. Esto es expresado por Bruno en tantas palabras,
si la materia es divina, que Dios está en el mundo, el mundo es una respiración
viva de Dios, que el alma del mundo es el Espíritu Santo. Y lo ves en algunas
de estas pinturas, cuanto personas como Botticelli creían algo así, que la
naturaleza es divina. Una visión panteísta. Pero algo que inviste al mundo con
un significado que, según el pensamiento ortodoxo, no puede tener. El mundo
viene de la nada, va a desaparecer y ser recreado por Dios como un nuevo mundo.
Pero ellos quieren que este mundo dure. Y por lo tanto le ponen un significado
divino. Y esto se convierte en una doctrina muy importante más adelante.
Nuevamente,
la búsqueda del nuevo cristianismo resulta ahora en experimentos religiosos
mucho más extraños, los hermanos del Espíritu Santo, los Anabaptistas. Y éstos
se vuelven más fuertes a medida que el antiguo estándar religioso se desvanece
más en el fondo. Más adelante, el intento de hacer un nuevo cristianismo se
vuelve mucho menos reconocible como cristiano.
Y
finalmente, ahora comienzan a surgir por primera vez algunos candidatos serios
para para el Anticristo, es decir, precursores del Anticristo. Estas personas
como este Juan de Leiden se establecen como Cristo vuelto a la tierra. Y esta
idea de la monarquía mundial, la teocracia mundial, aunque todavía está
subterránea, también se está fortaleciendo y es capaz de mover toda una ciudad.
Veremos qué
pasa con todos estos movimientos en la próxima era, que es la era del llamado
Iluminismo, que, al igual que la era del Renacimiento, tiene, además de su
corriente principal de racionalismo, esta corriente muy distinta, subterránea
de irracionalismo.
Todo este
movimiento del periodo del Renacimiento, por lo tanto, muestra el desarrollo de
las semillas que fueron plantadas en el periodo de la Edad Media por la partida
de Roma de la Iglesia Ortodoxa. Y ya en el periodo del Renacimiento, lo que
resulta es extremadamente diferente de la Ortodoxia. Si miras la Edad Media,
hay algunas cosas que parecen mucho más cercanas. Exteriormente están mucho más
cerca, pero por dentro tienen las semillas que van a producir todas las cosas que
vendrán después. Así que la diferencia entre la Edad Media y el Renacimiento es
en realidad menor que la diferencia entre la Roma Ortodoxa y la Roma de la Edad
Media. Y todos estos movimientos están creciendo. Algunos de ellos estallan
como estos movimientos apocalípticos. Algunos de ellos de repente se encienden
y luego se apagan, pero aún son parte de la mentalidad que se está formando. y
surgen más tarde en formas extremadamente extrañas, que si las miras
filosóficamente, teológicamente, puedes ver que son el mismo movimiento.
Y así este
hombre, Cohn, aquí que escribe sobre el milenio está equivocado cuando piensa
que puedes mostrar que uno es arcaico o que el otro es progresivo. Eso es
irrelevante. El punto es que ambos están allí como parte de la mentalidad que
se está formando. A veces muestran un crecimiento directo, como el crecimiento
de la ciencia, y a veces muestran, se encienden y se apagan. Pero hay ciertas
cosas que son los motivos recurrentes básicos del pensamiento moderno, que son
las cosas en las que nos concentraremos.
La próxima
conferencia examinará el periodo del siglo XVIII, bueno, los siglos XVII y
XVIII, cuando la visión científica del mundo se vuelve dominante y parece
establecerse algún tipo de equilibrio, algún tipo de armonía. Y la historia del
mundo desde entonces es la historia de la caída de esta armonía. Intentaremos
mostrar en qué consistía esta armonía, y por qué tenía que haber la caída de
ella para producir el mundo de anarquía en el que vivimos ahora. Y todo, desde
la Edad Media hasta el Renacimiento, la Edad de la Ilustración, la Edad
Romántica y hoy, sigue una progresión lógica definida, mostrándonos que una vez
que se deja atrás la ortodoxia, hay un cierto proceso natural que funciona. Y
el diablo, por supuesto, siempre está allí. Y veremos una y otra vez que
grandes líderes en el pensamiento moderno comenzarán con algún tipo de visión,
e incluso algún tipo de «podemos ver que el diablo está trabajando». Y ya no
tienen idea de que el diablo puede hacer cosas así. Y por lo tanto están mucho
más inquinados a aceptar sus visiones como algún tipo de revelación.
[2] La civilización del Renacimiento en Italia; Jacob Burckhardt, pagina 150, Akal
[3] Idem, pag 151.
[5] Idem 156
[6] N. de T. – Corresponde al capítulo IV, de la sexta parte de la obra,
titulada Moralidad y religión
[7] N. de T. – La Cultura en el
renacimiento En la traducción al castellano de Jaime Ardal, de La Cultura en el renacimiento pág. 283
[8] N. de T. – La Cultura en el
renacimiento página 284
[9] N. de T. – Ídem
[10] N. de T. – pág. 286
[11] Nota de Traductor – La versión en español de esta obra es menos taxativa
que la versión original en ingles, pero si es vista en su contexto puede substraerse
el mismo sentido: “A partir de fines del siglo XI se sucedieron con creciente
frecuencia movimientos revolucionarios de los pobres, dirigidos por mesías o
santos vivientes, inspirados en las profecías sibilinas o juaninas respecto a
los Últimos Días. Sin embargo no se dieron siempre ni en todas partes. En lo
que se refiere a Europa septentrional, sólo en el valle del Rhin se puede
detectar una tradición aparentemente ininterrumpida de milenarismo
revolucionario que se prolonga hasta el siglo XVI” En pos del milenio, capitulo 3. Norman Cohn; pág. 52. Editorial Alianza. 1981. Madrid, España.
[12] Idem. pag 54.
[13] Catalina de Siena: El Dialogo, traducción e introducción por Suzanne Norfke, O. P., Paulist Press, 1980, pp. 25-26. Catalina dicto El Dialogo durante 5 días de experiencias estáticas, refiriéndose a si misma en tercera persona o como “el alma”: “Cuando un alma se eleva a Dios con ansias de ardentísimo deseo de honor a Él y de la salvación de las almas, se ejercita por algún tiempo en la virtud. Se aposenta en la celda del conocimiento de sí misma y se habitúa a ella para mejor entender la bondad de Dios; porque al conocimiento sigue el amor, y, amando, procura ir en pos de la verdad y revestirse de ella. Y porque de ningún otro modo gusta y es iluminada tanto de esa verdad como por la oración humilde y continuada, fundándose en el conocimiento de sí y de Dios, al ejercitarse en ella del modo dicho, esa alma se une a Dios siguiendo las huellas de Cristo crucificado. De esta manera, por el deseo perfecto y la unión de amor, hace de Él un «otro yo». Esto parece que significaba Cristo cuando dijo: «A quien me ame y atienda mis palabras, a ese me manifestaré yo mismo, y será una cosa conmigo, y yo con él»
En otros lugares encontramos palabras semejantes. “Por ellas podemos ver que es cierto que, por el afecto del amor, el alma se convierte en otro Él. Para verlo con más claridad, recuerdo haber oído de una sierva de Dios [Catalina se refiere a sí misma], hallándose en altísima oración, con gran elevación de su espíritu, que Dios no ocultaba a los ojos de su inteligencia el amor que tiene a sus servidores, sino, más bien, se lo manifestaba. Le decía entre otras cosas: Abre los ojos de la inteligencia y mira adentro de mí, y verás la dignidad y belleza de mi criatura, la racional [la persona humana]. Entre la belleza que he dado al alma al crearla a imagen y semejanza mía, observa que se halla vestida con la vestidura nupcial de la caridad, adornada de muchas y verdaderas virtudes: está unida conmigo por el afecto del amor.” Obras de Santa Catalina de Siena. págs. 55, 56 y 57. OP-BAC. Madrid, España, 1996
“Advirtiendo que se le renovaba el sentimiento en la eterna divinidad, creció tanto el santo y amoroso fuego, que sudaba a causa de la fuerza que el alma hacía sobre el cuerpo. Sudaba por la fuerza y ardor del amor, pues era más completa la unión efectuada entre ella y Dios que la existente entre el alma y el cuerpo.” Obras de Santa Catalina de Siena. pág. 91. OP-BAC. Madrid, España, 1996
“Todo se hallará de acuerdo con Él en gozo y alegría: el ojo con el ojo, la mano con la mano; todos os asemejaréis en todo al cuerpo del dulce Verbo, mi Hijo. Permaneciendo en mí, permaneceréis en Él, porque es uno conmigo.” Obras de Santa Catalina de Siena. pág. 125. OP-BAC. Madrid, España, 1996
También en la página 356 de la edición en castellano que hemos citado, Dios le habla a ella y le dice: “Tan perfectamente se unió aquella alma, que el cuerpo quedó suspendido sobre la tierra, pues, como te conté, en el estado unitivo del alma era más perfecta la unión que ella había hecho conmigo por medio del amor que la unión que tenía con el cuerpo.”
[14] En pos del milenio, capítulo 13. Norman Cohn; pág. 263 y 264.
Editorial Alianza. 1981. Madrid, España.
[15] Idem. pág. 265.
[16] Idem. pág. 266.
[17] Idem. pág. 268.
[18] Idem.
[19] Idem. pág. 269.
[20]
Idem. pág. 270
[21]
Idem. pág. 271
[22]
Idem
[23]
Idem. pág. 272
[24]
Idem. pág. 273
[25]
Idem
[26]
Idem. pág. 275
[27] Idem.
pág. 276
[28] Idem.
pág. 278
[29] Idem. pág. 278 y 279
[31]
En ingles…….