“Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a
su debido tiempo se manifieste. Porque ya está en acción el misterio de la
iniquidad; sólo que hay quien al presente lo
detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y entonces se
manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y
destruirá con el resplandor de su venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra
de Satanás” (II Tesalonicenses 2: 6-9)
San Juan Crisóstomo:
“Uno se puede preguntar. ¿Qué es lo que detiene la
manifestación del hombre de iniquidad? Es el Imperio Romano. Cuando este
desaparezca, entonces vendrá el hombre de iniquidad, porque mientras dure el
temor de la gente hacia el Emperador de Roma, nadie se ensalzará por sí solo,
pero cuando el Emperador desaparezca, entonces el hombre de pecado se
manifestará, e intentará gobernar el reino de Dios y de los hombres”
Starets Filoteo de Pskov, en 1510, informó al Zar Moscovita
Basilio III (1505-1533) acerca de una visión que tuvo sobre el “Libro de
Daniel”, y en la que vislumbró que el imperio ruso iba a ser el último reino
terrenal del Pueblo de Dios:
“Dos Romas han caído. La tercera permanece. Y no habrá una
cuarta ¡Nadie reemplazará vuestra Autocracia Cristiana!”
Su Santidad Jeremias II, Patriarca de Constantinopla
expreso:
“La iglesia de la Primera Roma cayó debido a la impía
herejía de Apolinario. Los ismaelitas cerraron las puertas de la Segunda Roma
en Constantinopla. Hoy la Santa Iglesia Apostólica de la Tercera Roma en tu
imperio resplandece en el mundo entero en la gloria de la Fe Cristiana. Sabed,
oh piadoso Zar, que todos los imperios de los cristianos ortodoxos convergieron
en el vuestro. Eres el único autócrata del universo, el único zar de todos los
cristianos. [...] Según los libros proféticos, todos los imperios cristianos
tienen un fin y convergerán en un solo imperio, el de nuestro Gosudar (Soberano), es decir, en el
Imperio de Rusia”
Archimandrita Nektarios (Serfes) escribe acerca de cuál es
la fuente de autoridad del zar ortodoxo:
“Un monarca ortodoxo recibe su autoridad de Dios ¿pero por
qué medios y de qué manera esto le es concedido a él? La autoridad de gobernar
en el Nombre de Dios y llevar a cabo el más excelso ministerio terrenal
desciende sobre un Zar a través del Misterio o Sacramento de Unción, en el
momento de su coronación. Luego de su coronación se le dice: ‘este visible y
material adorno de vuestra cabeza es para ti, un signo manifiesto que el Rey de
Gloria, Cristo, te ha coronado invisiblemente’. La unción tiene lugar luego de
la lectura del Santo Evangelio en la Divina Liturgia. El jerarca principal unge
al zar con Santo Crisma en la frente, los ojos, las fosas nasales, los labios,
los oídos, el pecho y manos, diciendo a cada vez: “El Sello del Don del
Espíritu Santo” Por lo tanto, Nicolás II recibió su autoridad a través de un
sacramento. El Espíritu Santo yacía sobre él. Al rechazar al Zar, el pueblo ha
blasfemado contra el Sacramento, y ha
pisoteado la Gracia de Dios”
Hieromonje Seraphim (Rose) escribó:
“Aquel que ha detenido la aparición en el mundo del
Anticristo, el hombre de la iniquidad y anarquía, el último y más poderoso
enemigo de Cristo y su Iglesia, es - de acuerdo a la enseñanza de San Juan
Crisóstomo y otros Padres de la Iglesia-
la legitima autoridad, tal como como fue representada y simbolizada por
el Imperio Romano. Esta idea fue supremamente encarnada en el Imperio
Cristiano: primero en Bizancio, cuando Constantinopla era la segunda Roma, y
luego en el Imperio Ruso Ortodoxo, cuando Moscú fue la Tercera Roma.
En 1917 la ‘Era Constantiniana’ ha venido a su fin, el
Imperio Ortodoxo ha sido derrocado-y el mundo, comenzando con Moscú, ha sido
arrojado a una era de ausencia de leyes y ateísmo (y en la vida cristiana, de
apostasía) como no se ha visto antes. El Zar Nicholas II fue el último representante
de este ideal de legítima autoridad cristiana, y la era de ausencia de leyes ha
comenzado apropiadamente con su asesinato. Para los cristianos ortodoxos, sin
embargo, la nueva era comienza con un mártir: un testigo para la Iglesia
Ortodoxa, fiel hasta el fin a su Iglesia y su sagrada vocación...
El fenómeno mismo del Zar-Mártir es una fuente de
inspiración para los cristianos ortodoxos. Pero ésta es sólo parte de la
significancia ortodoxa de Nicolás II. Su piedad personal y carácter cristiano,
y su activo papel como un Zar que ha promovido un verdadero renacimiento
ortodoxo, haciéndose el último y uno de los más grandes representantes de la
tradición monárquica ortodoxa”
San Juan de Shangai y San Francisco escribió:
“Antes del advenimiento del Anticristo, ya está siendo
preparada en el mundo la posibilidad de su surgimiento: El misterio de la
iniquidad ya está en acción (II Tesalonicenses
2: 7). Las fuerzas que preparan su venida, luchan, sobre todo, contra la
legitima Autoridad Imperial... San Juan Crisóstomo explica que aquel que lo
detiene es la legítima y devota autoridad: tal autoridad lucha contra el mal.
Por esta razón, el “misterio”, que ya está en acción en el mundo, combate
contra esta autoridad; desea una autoridad ilegitima. Cuando el
"misterio" de manera decisiva logre alcanzar a aquella autoridad,
nada podrá ya más obstaculizar el surgimiento del Anticristo”
Archimandrita Constantino (Zaitsev) de Jordanville, nos ha
dejado esta opinión:
“La caída de Rusia marcó el comienzo de la época ‘Pre-Anticristo’,
en la cual vivimos actualmente. Este cataclismo acabó con el “poder
restrictivo” en el mundo, liberando a Satanás de su temporal (del cual las
Sagradas Escrituras alegóricamente llaman ‘mil años’) cautiverio”
¿Cómo hemos de entender esta “autoridad” del Anticristo y su
precursor, el comunismo?
El Santo Apóstol Pablo declara en la su Epístola a los
Romanos:
“Sea sujeta toda persona a las autoridades gobernantes.
Porque no hay autoridad que no provenga de Dios, y aquellas que existen se han
instituido por Dios. De modo que quien se resiste a las autoridades, se resiste
a lo que Dios ha designado, y quienes se resisten incurren en juicio. Porque
los gobernantes no están para infundir terror a el que obra el bien, sino al
malo. ¿Queréis no temer de aquel que está en autoridad? Entonces, haz el bien,
y recibirás su aprobación, porque es servidor de Dios para tu bien. Pero si
haces mal, teme, porque no lleva espada en vano. Porque es el siervo de Dios,
un vengador que lleva a cabo la ira de Dios sobre el que obra el mal” (Romanos
13: 1-4)
Pero ¿esto es aplicable a la ‘autoridad’ del Anticristo y
sus precursores, los diversos gobiernos comunistas y liberales?
San Isidoro de Pelusio (Siglo V) escribió:
“Si algún malvado se apodera ilegalmente del poder, no decimos que él ha sido establecido por
Dios, mas decimos que él ha sido permitido, ya sea con el fin de escupir
todo su perfidia, o con el fin de castigar a aquellos para quienes la crueldad
es necesaria, tal como el rey de Babilonia dio escarmiento a los judíos”
El Libro del Apocalipsis reza lo siguiente:
“El dragón le dio (a la bestia) su poder, su trono y gran
autoridad” (Apocalipsis 13:2)
El Santo Patriarca Tikhon anatematizó al Gobierno Soviético,
tal como es referido en el Sobor de Toda Rusa de 1917-1918:
“El Patriarca de Moscú y de Toda Rusia, en su epístola a los
piadosos archipastores, pastores y fieles hijos de la Iglesia Ortodoxa de
Cristo, ha asestado la espada espiritual contra los parias de la raza humana –
los bolcheviques, y los ha anatematizado. El primado de la Iglesia Ortodoxa
Rusa exhorta a todos los hijos fieles de la Iglesia a no mantener ninguna
comunión con estos parias. Por causa de sus acciones satánicas, por cuales son
malditos en esta vida y en la vida por venir. ¡Ortodoxos! A Su Santidad el
Patriarca le ha sido concedido el derecho de atar y desatar, en concordancia
con las palabras del Salvador...
No destruyáis vuestras almas, cesad comunión con estos
siervos de Satanás - los bolcheviques. Padres, si vuestros hijos son
bolcheviques, demandad con autoridad a que renuncien a sus errores, para que se
arrepientan de su eterno pecado, y si no os obedecen, renunciad a ellos.
Esposas, si sus maridos son bolcheviques y tercamente continúan sirviendo a
Satanás, dejadlos, salvad a vosotras mismas, y a vuestros hijos, de esta
infección destructiva para alma. Un cristiano ortodoxo no puede tener comunión
con los siervos del diablo...
Arrepentíos, y con ferviente oración clamad por la ayuda del
Señor de los Ejércitos, y quitad de vosotros “la mano foránea”- los enemigos
antiguos de la Fe Cristiana, quienes se han autoproclamado -de acuerdo a las
modas de la “soberanía popular”-
“gobierno del pueblo”... Si vosotros no obedecéis a la Iglesia, no
seréis sus hijos, mas seréis participes en la crueles y satánicas acciones
llevadas a cabo por los enemigos abiertos y solapados de la Verdad Cristiana...
¡Sed valientes! ¡No os demoréis! No destruyáis vuestra alma, entregándola al
diablo y sus títeres”
Tomado de un documento de la Iglesia Ortodoxa Rusa en las
Catacumbas, escrito y publicado en la clandestinidad, en los años sesenta:
“¿Cómo se debe mirar a la autoridad soviética, de acuerdo a
la Enseñanza Apostólica acerca de las autoridades (Romanos 13)? De acuerdo con
la Enseñanza Apostólica que hemos expuesto,
uno debe reconocer que la autoridad soviética no es autoridad. Es anti-autoridad. No es autoridad, ya
que no fue establecida por Dios, más
insolentemente fue instituida por el aumento de malas acciones de los hombres,
y es consolidada y apoyada por estas acciones. Si las acciones malvadas se
debilitaran, la autoridad soviética, cual representa una condensación del mal,
también se debilitará... Esta autoridad fue consolidada con el fin de destruir
todas las religiones, simplemente para erradicar la fe en Dios. Su esencia es
la guerra contra Dios, porque su raíz viene de Satanás. La autoridad soviética
no es autoridad, porque por su propia naturaleza no puede cumplir con lo que es
legítimo, porque la esencia de su existencia proviene del mal.”
“Puede decirse que la autoridad soviética, al condenar
diversos crímenes humanos, puede aún ser considerada como autoridad. No decimos
que una autoridad gobernante carece totalmente de legitimidad. Sólo afirmamos
que es una anti-autoridad. Uno debe conocer que los fundamentos del poder real
están ligados a ciertas acciones de los hombres, para quienes el instinto de
preservación es natural. Y ellos deben tener en cuenta las leyes morales que
han sido inherentes a la humanidad desde épocas pasadas. Pero, en esencia, esta
autoridad sistemáticamente incurre en el homicidio, física y espiritualmente.
En realidad, un poder hostil, que se denomina autoridad soviética, esta acción.
El enemigo se esfuerza con astucia para obligar a la humanidad a reconocer este
poder como autoridad. Pero la Enseñanza Apostólica acerca de la autoridad es
irreconciliable en este caso, tal como el mal es irreconciliable respecto a
Dios y al justo, porque el mal yace fuera de Dios; pero los enemigos con
hipocresía pueden refugiarse en las bien conocidas Enseñanzas Apostólicas y
decir que todo proviene de Dios”
Es importante señalar que la Autoridad del Zar fue
establecida por Dios. Mientras que autoridad del Anticristo y sus precursores
es permitida por Dios. Lo que ha ocurrido desde 1917, tanto en occidente
“libre”, como en los países comunistas, puede ser bien resumido en las
siguientes palabras del Arzobispo Averky (Taushev) de Jordanville, quien reposó
en 1976:
“Pero los ‘ministros de Satanás’, o, lo que sería lo mismo
decir, los siervos del advenimiento del Anticristo, hacen uso de esta ceguera
espiritual en la mayoría de la gente moderna, y obstinada e insistentemente
llevan a cabo su trabajo, con energía genuinamente satánica. Con excepcionales
esfuerzos, con todos los medios disponibles, y la ayuda de todos los recursos
bajo su control, ellos vigorosamente atraen adeptos para sí, quienes consciente
o inconscientemente, voluntaria o involuntariamente, cooperan con ellos, para
crear en el mundo, las circunstancias y condiciones adecuadas para el pronto
advenimiento del Anticristo, como gobernante de todo el mundo y maestro de toda
la humanidad”
¿Cómo se está llevando a cabo esto? ¿Qué actitud debemos
tomar en relación a la esta apostasía del mundo moderno?
San Ignacio Brianchaninov nos dice al respecto:
“La apostasía es permitida por Dios, no trates de detenerla
con tu débil mano. Huye tú mismo de ella, protégete tú mismo de ella; Eso es
suficiente para ti. Aprende a conocer el espíritu de la época, estúdialo, así,
cada vez que sea necesario, serás capaz de evitar su influencia... Sólo la
especial misericordia de Dios es capaz de detener esta muy destructiva epidemia
moral, detenerla por un periodo corto de tiempo, porque es necesario que suceda
todo lo anunciado por las Escrituras. Juzgando a través del espíritu de los
tiempos y el fermento intelectual, uno debe suponer que la estructura de la
Iglesia, que ha sido sacudida durante algún tiempo, caerá rápida y
horriblemente. No hay nadie quien pueda detenerla y oponérsele. Las medidas
emprendidas para contenerla son prestadas y aceleran su caída, en vez de
detenerla. ¡No existe nadie de quien se pueda esperar que restaure el
cristianismo!
Las vasijas del Espíritu Santo, finalmente, se han secado en
todas partes, incluso en los monasterios, aquellos tesoros de piedad y
gracia... La sal ha perdido su sabor. En los archipastores (obispos) de la
Iglesia sólo queda una débil, tenue, inconsistente e incorrecta comprensión de
acuerdo a la ‘letra’, cual mata la vida espiritual en la sociedad cristiana y
destruye el cristianismo, cual es acción, no letra. Es penoso ver a quienes les
fueron confiadas las ovejas de Cristo, a quienes se ha confiado su dirección y
salvación. Pero esto ha sido permitido por Dios...
La misericordiosa paciencia de Dios demora y pospone la decisiva desintegración por causa del pequeño remanente de aquellos que están siendo salvados, mientras aquellos que están corrompiéndose o ya están corrompidos alcanzan la plenitud de su corrupción. Aquellos quienes están siendo salvados deben entender esto, y deben hacer uso del tiempo que les ha sido dado para su salvación. ¡Que el Misericordioso Señor proteja al remanente de aquellos quienes creen en el! Pero, este remanente es escaso, se está volviendo más y más escaso... que aquel que este siendo salvado, salve su alma”
PROFECIAS
1. El último emperador romano
“Este León[1]
que has visto salir rugiendo del desierto, hablándole a esta águila y
reprochándole sus faltas, todo lo que has oído, Es aquel que
el Altísimo ha
conservado de la simiente de David para los últimos días; es
él el que saldrá,
vendrá, hablará a los hombres de sus pecados, que les
reprochará sus faltas, y
que amontonará ante ellos su retribución, Que al principio
les hará comparecer
vivos al juicio, y después de haberles hecho estos
reproches, los perderá. Respecto al resto del pueblo, él redimirá
misericordiosamente a aquellos que serán salvados en mi reino; los mantendrá en
alegría hasta que llegue el día del
juicio del que ya te he hablado antes.” – III Esdras 12:31-34
(También conocido como Apocalipsis de
Esdras)
El monje y profeta Abel se refiere al último Zar:
“Lo que es imposible para el hombre es posible para Dios.
Dios se demora con Su ayuda, pero se dice que la dará pronto y levantará el
cuerno de la salvación rusa. Surgirá un gran príncipe de tu linaje en el
exilio, quien representará a los hijos de su pueblo. Será un elegido de Dios, y
sobre su cabeza reposarán bendiciones. Él será el único comprensible para
todos, el mismísimo corazón de Rusia lo sentirá. Su apariencia será soberana y
radiante, y nadie dirá: ‘El Zar está aquí o allí’, sino que todos dirán: ‘Es
él'’. La voluntad del pueblo se someterá a la Misericordia de Dios, y el mismo, confirmará su llamado... Su nombre ha ocurrido tres
veces en la historia rusa. Dos del mismo nombre ya han estado en el trono, pero
no en el trono del Zar. Pero él se sentará en el trono del Zar como el tercero.
En él estará la salvación y la felicidad del reino ruso.”
El confesor del Zar Nicolás II y de la zarina Alejandra, san
Teofan (Bystrov) de Poltava menciono al respecto:
“Si vosotros me preguntáis sobre
el futuro cercano y los últimos tiempos. Yo no hablo
por cuenta propia, sino que trasmito las revelaciones de los ancianos. Y ellos
me han trasmitido lo que sigue: se acerca la venida del Anticristo y está muy
cerca. Pero antes de la venida del Anticristo, debe aún restaurarse Rusia, para
ser ciertos, por un corto tiempo. Y en
Rusia deberá de haber un Zar predestinado por el Mismo Señor. Será un
hombre de fe ardiente, mente amplia y voluntad de hierro. No será un Romanov, pero
será de los Romanov según la línea materna.
"Los tiempos de paz y
tranquilidad han llegado a su fin. Delante aguardan aflicciones y sufrimientos
graves para los hombres. En primer lugar, habrá una guerra mundial, como está
escrito en el Evangelio: 'Se levantará nación contra nación y reino contra
reino' (Mateo 24.7). Debido a la multiplicación de iniquidades y la
apostasía de Dios, que el Señor llamó ‘la abominación de desolación, puesta en
el lugar santo’ (Mateo 24.15), es decir, en la Iglesia, debido a los pecados,
en primer lugar, del episcopado y luego del sacerdocio, así como de los líderes
del Estado, por todo esto, el Señor permitirá... En la Iglesia, las aflicciones
serán tan grandes que solo quedarán fieles a Dios dos, a lo sumo tres jerarcas.
El Señor tendrá misericordia de
Rusia por el bien del pequeño remanente de verdaderos creyentes. En Rusia,
según dijeron los ancianos, de acuerdo con la voluntad del pueblo, se
restablecerá la Monarquía, el poder Autocrático. El Señor ha predestinado al futuro
Zar. Será un hombre de fe ardiente, con la mente de un genio y una voluntad de
hierro. En primer lugar, instaurará el orden en la Iglesia Ortodoxa, eliminando
a todos los jerarcas falsos, herejes y tibios. Y muchos, muchísimos, con pocas
excepciones, serán depuestos, y nuevos jerarcas fidedignos e inquebrantables tomarán su lugar. Será de la
familia de los Romanov según la línea femenina. Rusia será un Estado poderoso,
pero solo por 'un corto tiempo'... Y luego el Anticristo llegará al mundo, con
todos los horrores del fin descritos en el Apocalipsis.”
La bendita Pelagia de Ryazan sobre esto dijo:
“El Anticristo llegará al poder y comenzará a perseguir la
ortodoxia. Entonces el Señor revelará a su Zar en Rusia. Será de familia real y
será un fuerte defensor de nuestra fe... Cuando el Señor le dé vida a esta
persona muy inteligente, ¡la vida será buena!... El Anticristo se
autoproclamará desde América. Y todo el mundo se inclinará ante él, excepto la
Rusia Ortodoxa zarista.”
Y el sabio Porfirio de Glinsk (+1868) menciono lo siguiente:
“Con el tiempo, la fe colapsará en Rusia. El resplandor de
la gloria terrenal cegará la mente. La palabra de la verdad será profanada,
pero en lo que respecta a la Fe, algunos del pueblo, desconocidos para el
mundo, se presentarán y restaurarán lo que fue insultado.”
“El pueblo ruso se
arrepentirá de sus pecados mortales: El que hayan permitido la impiedad judía
[que ejerciera dominio] en Rusia, el que no hayan defendido al Zar Ungido por
Dios, a las Iglesias ortodoxas y monasterios, y a todo lo que es sagrado en
Rusia. Despreciaron la piedad y llegaron a amar la impiedad demoníaca. ¡Pero
habrá una convulsión espiritual! Y Rusia, junto con todas las naciones y
tierras eslavas, constituirá un poderoso Zarato. Será gobernada por un Zar
Ortodoxo, el Ungido de Dios. Gracias a él, todos los cismas y herejías
desaparecerán en Rusia. No habrá persecución a la Iglesia Ortodoxa. El Señor
tendrá misericordia de la Santa Rusia porque el tiempo temible que precede al
Anticristo se ha manifestado en ella. Incluso el Anticristo mismo temerá al
Zar-Autócrata Ortodoxo Ruso. Ya que, en todas las demás naciones, excepto Rusia
y las tierras eslavas, estarán gobernadas por el Anticristo y sufrirán todos
los horrores y tormentos escritos en la Sagrada Escritura. En Rusia, sin
embargo, habrá regocijo y un florecimiento de la fe, pero solo por un breve
tiempo, ya que el Juez Temido vendrá para juzgar tanto a los vivos como a los
muertos.”
2.
El Anticristo
Konstantin Leontiev, amigo de Dostoievski que, a pesar de haber vivido gran parte de su vida como escritor secular, de sus conversaciones con el obispo Nicanor de Odesa y sus amplio contacto con los monjes del monasterio de Optina, (que también frecuentaba Dostoievski) llego a la siguiente conclusión:
Sobre el Anticristo nos dice san Ignacio Brianchaninov:
“El Anticristo se autoproclamará como predicador y
restaurador del verdadero conocimiento de Dios: los que no comprendan el
cristianismo, verán en él a un representante y campeón de la verdadera
religión, y se unirán a él. El Anticristo aparentará ser apacible,
misericordioso, lleno de amor y de todas las virtudes: será reconocido como tal
y será obedecido, por causa de sus virtudes más excelsas, por aquellos que
reconocen a la caída naturaleza humana como una verdad... El Anticristo
ofrecerá a la humanidad, la organización del más excelso bienestar y
prosperidad terrenal, ofrecerá honores, riqueza, señorío y confort y placeres
carnales: Aquellos quienes busquen las cosas terrenales aceptarán al Anticristo
y lo llamarán su amo.
El Anticristo revelará ante la humanidad una vergonzosa
exhibición de sorprendentes milagros, similares a engañosas presentaciones
teatrales... infundirá temor a través de sus terroríficos y extraordinarios
milagros, y por medio de ellos, satisfacerá la vanidad y el orgullo humano,
complacerá la sofistería carnal y la superstición, y confundirá a la educación
humana: todo hombre que sea guiado por la luz de su naturaleza caída, y que sea
ajeno a la correcta guía por medio de la Luz de Dios, será seducido a obedecer
al engañador”
El Anticristo será aceptado con entusiasmo por los apóstatas
del cristianismo, pero es digno de profunda atención y tristeza, tal como
señalan los Santos Padres, que aun los escogidos dudaran acerca de la persona
del Anticristo ¿tan hábilmente será capaz de ocultar al observador externo las
raíces de perversidad satánica que morará en él? San Ignacio Brianchaninov nos
dice al respecto:
“Los opositores del Anticristo serán considerados
alborotadores, enemigos del bienestar general y el buen orden, serán sometidos
tanto a abierta, como a solapada persecución, tortura y ejecución”
Todos aquellos que se nieguen a adorar al Anticristo caerán
bajo la más terrible y dificultosa persecución, el mismo santo continua:
“su pequeño número parecerá insignificante ante toda la
humanidad, y su opinión será tomada como sustancialmente frágil, serán sujetos
al desprecio general, odiosas calumnias y opresión; la muerte violenta será su
suerte”
San Juan de Kronstadt profetizó en 1905:
“Rusia, si te apartas de tu fe, como ya muchos de la
“Inteligentsya” (clase intelectual) han caído, ya no serás Rusia, o la Santa
Rus. Y si no hubiera arrepentimiento en el pueblo ruso - entonces el fin del
mundo estará cerca. Dios quitará a tu piadoso Zar y enviará un látigo
personificado por los impíos, crueles, gobernantes designados por si mismos,
quienes inundarán toda la tierra con sangre y lágrimas”
San Teófano el Recluso dijo al respecto:
“Él (el Anticristo) no aparecerá, siempre y cuando la
autoridad imperial se mantenga en vigor. Ella no permitirá que se desarrolle,
impedirá su accionar en su propio espíritu. Este, entonces, es “aquel que lo
detiene” (II Tesalonicenses 2: 7). Mas, cuando la autoridad imperial caiga, y
la gente en todas partes instituya soberanías populares (repúblicas,
democracias), entonces, allí habrá lugar para que el Anticristo entre en
acción. A Satanás no le será difícil preparar voces a favor de la apostasía de Cristo,
así como la experiencia ha demostrado durante la Revolución de Francia. No
habrá quien pueda pronunciar un legítimo veto. Y así, cuando tales regímenes,
adecuados para revelar las aspiraciones del Anticristo, sean instituidos por
todas partes, entonces se manifestará el Anticristo”
Starets Lavrenty de Chernigov (+ 1950) declara en relación
con la Oración de Jesús y la cuestión que aquí nos concierne:
“Pero por el bien de sus escogidos, el Señor acortará
aquellos días. En aquellos días, todavía habrá fuertes guerreros, pilares
ortodoxos, quienes estarán bajo la poderosa influencia de la Oración de Jesús.
El Señor los cubrirá con su Gracia Todopoderosa, y no verán aquellos falsos
prodigios que serán preparados (por el Anticristo) para todos los pueblos”
Finalmente, las Sagradas Escrituras nos revelan cual será el
destino de Satanás, el Anticristo y sus seguidores:
“Y Dios hizo descender fuego del cielo, y los consumió. Y el
diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban
la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos
de los siglos” (Apocalipsis 20: 9-10)
Y cuál será la recompensa de los justos, aquellos que
perseveren hasta el fin, sin traicionar a Cristo:
Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho
al árbol de la vida… Y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua
de la vida gratuitamente” (Apocalipsis 22: 14, 17)
[1] Nota de Traductor – La figura del León se
corresponde al Ultimo Emperador Romano, y la figura del aguila de tres cabezas,
se corresponde con la figura del Imperio.